Activista: Hay que reconocer que hay un problema, y atajarlo con un NO

Paquito aprendió a ponerse en el lugar de la otra persona, porque “las discriminaciones se tocan todas, y que, de alguna manera se cruzan”.
 

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Se llama Francisco Rodríguez Cruz, periodista y activista LGTBI, pero todos lo conocen como Paquito, por su blog “Paquito, el de Cuba”, que lleva incansablemente desde el año 2009.  Su blog, inusual y polémico, tuvo tanta efectividad que en el 2010 fue invitado por el CENESEX a un curso sobre derechos humanos. Allí coincidió con hombres gays, bisexuales y heterosexuales y así surgió la idea de crear un grupo de activistas.

A partir de ese momento comenzó a conocer más el mundo en el que se movía, a iniciar su sorpresa en desconocidas conceptualizaciones que le hicieron revisar las primeras entradas que había escrito en su blog. “Ahí me di cuenta” dice Paquito “de lo homofóbico que yo era”.

Paquito aprendió a ponerse en el lugar de la otra persona, porque “las discriminaciones se tocan todas, y que, de alguna manera se cruzan”. “Sólo así comienza a crearse un ambiente de comunidad”, explica. “Reconocer que hay un problema, el cual hay que atajarlo con un No, ya, desde el punto de vista político es importante para la sociedad”.

El activismo respaldado por instituciones es más efectivo que el de menor escala, es la creencia de este activista y bloguero, un referente no sólo para la comunidad gay, sino para la sociedad cubana. “Ningún gobierno, ningún estado, es monolítico. Siempre hay tendencias hacia su interior. Hay personas que entienden mejor la necesidad de las transformaciones y otras que todavía el prejuicio es mayor”.

Paquito es optimista cuando dice “La balanza me parece que es positiva. Al menos ya es políticamente incorrecto ser homofóbico o transfóbico en Cuba, que es un paso importante de avance. Al menos ya es políticamente correcto favorecer que haya un respeto a la diversidad sexual”.

 

 

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