Cuba no tiene suficientes productos de aseo para satisfacer la demanda interna, y esa situación no va a cambiar hasta el mes de abril, anunció la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez.
Según dijo la funcionaria a medios locales, el país tiene un “grave déficit” financiero y el poco dinero disponible está destinado al abastecimiento de combustible, medicamentos y la alimentación de la canasta básica.
Agregó que la venta de pollo sufrió afectaciones en diciembre, que continuaron en el mes de enero. Ese alimento cotidiano de los cubanos, se importa mayormente de Brasil y Estados Unidos, en donde Cuba perdió “capacidades financieras”, al decir de la funcionaria. La venta a través de los tiendas en divisa (CUC) palió la situación, pero no fue suficiente.
Las declaraciones se corresponden con las restricciones al comercio con la Isla decretado por el presidente Donald Trump y el giro hacia la derecha del mandatario brasileño, Jair Bolsonaro.
Sólo la canasta básica, aclaró Díaz, cuesta anualmente a Cuba 1000 millones de dólares, ya que casi todos sus productos son importados.
ADN viene informando sobre la agudización de las carestías materiales en Cuba desde septiembre de 2019, momento en que se declaró la llamada “coyuntura”, periodo "puntual" de problemas económicos que, al parecer, persiste en no terminar.
Si bien los problemas económicos de Cuba datan de hace décadas, en los últimos meses “desaparecieron” los productos de aseo, el gas licuado, el combustible para el transporte estatal y particular, algunos alimentos básicos, entre otros insumos vitales para la vida cotidiana de los cubanos.
El gobierno culpa a la administración Trump por las nuevas sanciones aprobadas contra empresas de la Isla y Venezuela. Mientras tanto, economistas y críticos del sistema vuelven la mirada sobre el ineficiente sistema de la Isla, controlado por el Estado.