Las recientes confirmaciones de la presencia del caracol gigante africano en Santiago de Cuba y Villa Clara hablan a las claras de que en el país caribeño se propaga el peligroso molusco, considerado entre las 100 especies invasoras más dañinas del planeta, mientras que aún parte de la población continúa su día a día sin siquiera conocer esta noticia.
El temido molusco, además de daños a la vegetación, es portador de parásitos que pueden causar enfermedades como la meningoencefalitis y la angiostrongyliasis abdominal, que podrían ser mortales para el ser humano.
Hasta 20 centímetros puede llegar a medir este molusco, y se alimenta fundamentalmente de hojas de plantas y residuos orgánicos del hogar, también comen animales muertos, incluyendo a los de su propia especie.
Se considera una especie invasora pues se reproduce rápidamente, llegan hasta desplazar a parte de la fauna local y todo ello debido a su gran capacidad reproductiva pues llegan a depositar más de mil huevos por año, los que entierran en la tierra, y tienen una elevada esperanza de vida (nueve años). Además, en Cuba, no tiene controladores biológicos naturales.
Desde el 2014 se tienen registros de su presencia en La Habana, donde fue introducida para su uso en rituales religiosos, pero poco a poco se ha ido propagando a otras provincias del occidente, como Artemisa y Mayabeque, y recientemente se reporta en el centro (Villa Clara) y en el oriente, en Santiago de Cuba.
“Le comenté el tema a mi doctora del médico de la familia y me contestó que en algunos países se comía, y la verdad me horroricé que quien justamente debía decirme, alertarme, me saliera con esa respuesta”, comenta una villaclareña.
A finales de este mes de abril, en la provincia de Villa Clara se hizo la última confirmación de la presencia de este molusco en tierra cubana, y días antes también se reportó en la ciudad de Santiago de Cuba, en el patio de una vivienda. En ambos casos, se reconoce el actuar rápido de las autoridades sanitarias, en la eliminación de los especímenes del caracol gigante africano.
Sin embargo, desde 2014 (fecha desde la cual se tiene noticias del peligroso molusco en Cuba) muy poco se ha hablado en los medios de difusión masiva en la isla, otro ejemplo más de que las personas los temas que podrían afectar su salud u que debían ser medulares, caen en la pereza informativa de los profesionales de la comunicación o en las turbias y mediadas agendas informativas.
“Una noche se le hizo mucha propaganda de que el noticiero iba a hablar de caracol gigante africano en La Habana, y ya uno se imaginaba que cuando se reconoce en un medio es que la cosa está peor de lo que imagina”, asegura una santiaguera.
Algunos reconocen morosidad en el actuar del gobierno, otros que no se ha hecho hincapié en las escuelas, centros de trabajo, y que urge que se conozca mucho más.