Nuevas tarifas para el servicio del transporte no estatal se aplicarán en la provincia de Guantánamo a partir de este viernes, según el acuerdo número 534 del Consejo de la Administración Provincial, informaron medios oficialistas.
Para diseñar la medida se dispuso la participación de un grupo integrado por especialistas de las entidades de transporte, la Unidad Estatal de Tráfico, y la Dirección de Finanzas y Precios, encargados del análisis de cada una de las rutas, el estado de los viales, y en correspondencia con los gastos variables y fijos de esa actividad.
Funcionarios instaron a los porteadores privados a cumplir de manera estricta la tarifa según el último Acuerdo del órgano de la Administración del territorio, para evitar las sanciones.
La población guantanamera, en caso de advertir desatención a las normativas, puede llamar a los teléfonos 21322129 y 21325389, o tramitar quejas en la dirección provincial del sector, sita en la calle Paseo entre Calixto García y Los Maceo, donde se encuentra activado un Puesto de mando.
Hace aproximadamente tres años, el transporte privado en la provincia estuvo prácticamente paralizado por un recorte de los suministros de combustible que administra el gobierno cubano a centros estatales. Ello ocasionó que los llamados boteros subieran los precios del pasaje, y que el Estado decidiera topar los precios.
El contenido de las nuevas regulaciones de precios para el servicio del transporte no estatal que se aplicará en Guantánamo desde este viernes 17 de enero de 2020 será impreso y colocado en lugares visibles de los diferentes puntos de embarques y terminales del territorio, a la brevedad, como parte del Acuerdo número 534 del Consejo de la Administración Provincial.
Este mes entraron en vigor en toda Cuba las nuevas medidas para transportistas privados que fueron publicadas en la Gaceta Oficial el pasado 6 de noviembre. Modificadas a partir de las demandas de la población y los propios transportistas derivadas del experimento realizado en La Habana desde mucho antes, las nuevas medidas suponen un relativo relajamiento de aquellas iniciales que motivaron huelgas silenciosas y “desobediencias” de boteros y taxistas particulares.