Miembros de la Seguridad del Estado y la Policía “custodiaron” a la marcha contra el maltrato animal que tuvo lugar hoy en Guanabacoa, La Habana, en la que los activistas exigieron una ley de protección.
Según los participantes no hubo detenciones y los “guardianes” se contentaron con mirar la procesión silenciosa, un acto original y sobrio, que resaltó la indignación de todos ellos por la muerte de un perro a manos de antisociales del lugar, hecho que engendró la iniciativa.
“Estamos caminando en silencio, con el corazón partido por la pena y el horror de lo que sucedió”, declaró a ADN Cuba un marchista anónimo.
“No podemos dejar pasar este hecho por alto; no podemos seguir como si nada hubiese sucedido; estamos aquí para demostrar que necesitamos una ley que proteja la vida de los animales”, añadió otro.
Días atrás activistas protectores de animales denunciaban en las redes sociales el hecho ocurrido en La Hata, Guanabacoa. Un perro entrenado para peleas callejeras mordió a su dueño, quien terminó dándolo a otro que lo llevó a rastras con un tractor. Los activistas tuvieron que sacrificarlo, pues los cómplices del chofer le dieron una paliza.
El hecho quedó impune; ninguna autoridad tomó cartas en el asunto, pues no existe actualmente en Cuba ningún delito tipificado que pueda sancionar a los que comenten tales actos. El gobierno cubano se ha pronunciado sobre la fase de preparación de una Ley de Bienestar Animal. No obstante, no ha dado fecha de aprobación ni detalles.
Los animalistas cubanos han estado pidiendo a las autoridades desde hace años una legislación que proteja a los animales y sancione el maltrato y la crueldad, practicado a diario en Cuba en acciones como las peleas de perros y de gallos, en el segundo caso aupadas incluso por entidades estatales.
Ante los oídos sordos del gobierno, los activistas han protagonizado este año tres acciones públicas de protesta. Una marcha en abril hasta el Cementerio de Colón en La Habana, que incluyó carteles y consignas. Luego se plantaron frente a Zoonosis exigiendo el cierre de esa institución, el fin de los sacrificios usando venenos prohibidos a nivel mundial, y el rescate de los animales allí encerrados.
Esa vez lograron iniciar un diálogo con el gobierno que terminó en algunas reuniones y el anuncio de una Ley de Bienestar Animal que elabora el Ministerio de la Agricultura. Sin embargo, los animalistas no cesan en su empeño de defender su causa, y ante el asesinato de un perro cometido por vecinos del barrio La Jata, convocaron a una caminata silenciosa de protesta.
