El Instituto Casla, en su informe del año 2019, denunció que la represión del gobierno de Nicolás Maduro ha aumentado considerablemente desde la presidencia interina de Juan Guaidó y que lleva a cabo estos crímenes con ayuda del régimen cubano.
El documento, al que tuvo acceso ABC, fue entregado a la Organización de Estados Americanos (OEA), muy activa en sus fuertes críticas contra Maduro.
La directora ejecutiva de Instituto Casla, Tamara Suju, explicó en Twitter que este jueves presentaron el informe, donde se demuestra la influencia cubana en las torturas que practica el régimen sudamericano.
Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, también se hizo eco de la noticia.
El informe, según reportó el medio español, agrega que de las víctimas que en 2019 han sido sometidas a tortura, un 53% son civiles y el resto, militares. Entre ellos hay incluso niños de entre 13 y 16 años, aunque el promedio es de personas de entre 19 y 40 años, y hubo también dos mujeres.
Además, "esas víctimas fueron sometidas a privación de la luz solar, ventilación natural y privación del sueño que ocasionan pérdida de orientación del día y la hora, también el sometimiento a temperaturas extremas, a la privación de alimentos e hidratación acorde con sus necesidades, privación de atención médica especializada para enfermedades previas o adquiridas durante su reclusión, provocadas incluso por las torturas, tratos crueles o inhumanos a los que han sido sometidos".
También el Instituto relata que hubo 83 casos de puntapiés, 78 agresiones con objetos contundentes, 40 palizas con tablas y 40 golpes en las costillas, 50 denuncias de asfixia y ahogamiento fingido,y en 38 de esos casos se colocaron bolsas de plástico en las cabezas de las víctimas
Respecto a la responsabilidad del gobierno cubano, Casla asegura que el nuevo embajador de Cuba en Caracas, Dagoberto Rodríguez, es quien organiza, controla y revisa las torturas de los agentes de su país infiltrados en Venezuela, con el consentimiento del ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y del director de la inteligencia militar, general Iván Hernández Dala.