Las autoridades cubanas incautaron casi 1500 toneladas de drogas en lo que va de 2019. La mayor parte, un 93%, fueron paquetes dejados a la deriva que se recogieron en las costas. Unas 1392 personas fueron detenidas por estar implicadas en esta actividad.
Entre las principales vías para el arribo de estas sustancias se encuentran el escamoteo de drogas por el recalo, así como la incursión de lanchas rápidas para el tráfico de personas y la introducción de estupefacientes desde México, Jamaica y República Dominicana, añadió a medios oficiales el jefe de la Dirección Antidrogas del Ministerio del Interior (MININT), Juan Carlos Poey.
Una de las zonas donde aumentó la detección de sustancias ilegales fue el Mariel, debido al crecimiento del tráfico comercial allí. Según Poey, el MININT tiene como reto mejorar el control sobre todo en la terminal de contenedores.
“Hemos tenido afectaciones puntuales con algunos contenedores en otros puertos, por personas que se dedican al tráfico ilegal y nos contaminan las mercancías. De ellas, ninguna se introdujo en el territorio nacional”, subrayó.
El otro punto candente son los aeropuertos. Entre enero y septiembre de 2019 cayeron 32 operaciones de narcotráfico por esta frontera, con 81 personas detenidas y casi 20 kilogramos de droga incautados.
Los narcotraficantes son ingeniosos e inventan nuevas formas de introducir droga. Ahora emplean tecnología digital para hacer más difícil el trabajo de las aduanas, así como la introducción en diferentes cavidades como la vagina, zapatos, muñecas, artículos religiosos... “Persiste la ingesta, su traslado en paquetes y alimentos”, agregó el funcionario.
“Debemos advertir la introducción de drogas como los cannabinoides sintéticos desde los Estados Unidos, alucinógeno de diseño similar a la marihuana, cuyos efectos son superiores. Su envío se organiza desde las agencias de paqueterías con la contratación de personas cubanas que quieren viajar al país y así introducen las encomiendas”, explicó.
Señaló también el empleo por turistas y nacionales de cigarros electrónicos con aditamentos que tienen marihuana. “En el caso del tráfico interno se trabaja para que no se siembre la droga y se han desmantelado 100 cultivos en Granma y Santiago de Cuba”.
Otro de los fenómenos asociados está vinculado a viajeros que tienen hábitos de consumo en sus países y se trasladan a Cuba con pequeñas cantidades para su consumo personal, para lo cual existe un procedimiento establecido de advertencia oficial al pasajero o la aplicación de las sanciones administrativas aduaneras.
A diferencia de otros países, donde la persecución a la marihuana decrece rápidamente o ya ha sido legalizado su consumo, según el oficial Cuba se sigue guiando por los principios clásicos. La novedad es la aparición de derivados suyos, más difíciles de detectar pues pueden confundirse con otras sustancias y es necesario preparar al personal para identificarlos.
Según Poey, Cuba es estado parte de las tres convenciones de la ONU para enfrentar el consumo de narcóticos y que pertenece al Foro de Cooperación entre América Latina-Unión Europea.