El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo este 8 de junio que le honra “encabezar lista de excluidos” a la Cumbre de las Américas en una alocución desde el Palacio de la Revolución (sede del Ejecutivo).
Díaz-Canel atacó asimismo el argumento de la Casa Blanca para excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela por no ser democráticos y afirmó que “EE. UU. carece de autoridad moral para hablar de democracia”, cuando no la promueve ni dentro ni fuera de sus fronteras.
La Cumbre de las Américas es, de acuerdo con la retórica oficial de La Habana, un “espectáculo de tinte neocolonial” del que no se puede esperar una “discusión de fondo”.
La cita no va a abordar “los problemas más graves de América Latina y el Caribe”, como las causas de la migración, el desarrollo económico, la desigualdad, el racismo, la discriminación, la transferencia de tecnología, sino que es tan solo un “espectáculo publicitario” dirigido a la “politiquería interna” de EE.UU.
El presidente cubano aprovechó su intervención para resaltar el “repudio” que han provocado en la región las exclusiones de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Agradeció en este punto las “notables ausencias” de líderes que, en protesta al veto de Washington, no han acudido a la Cumbre de las Américas, como el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Díaz-Canel denunció también que algunos miembros de la sociedad civil progubernamental de Cuba no han podido viajar a EE.UU., aunque la embajada de ese país en La Habana dijo que no había negado visas a ningún simpatizante del Gobierno.
La legación diplomática ha indicado en Twitter que los visados de no migrante que solicitaron no se tramitan allí desde 2017, sino en Guyana.
Por su parte, varios activistas cubanos críticos con el Gobierno han denunciado en los últimos días que las autoridades de su país no les han dejado viajar a EE.UU. para participar en foros para la sociedad civil de la Cumbre de las Américas.
