La situación de la vivienda en Cuba parece un problema que nunca tendrá solución. Cada día son más las denuncias que afloran debido al deterioro del fondo habitacional de la isla y ante la incapacidad del régimen de solucionar uno de los problemas que juró erradicar tras su victoria, en 1959.
En esta ocasión, cuatro madres visibilizaron sus casos de precariedad, abandono gubernamental y burocratismo. Entre las afectadas se encuentra Yidianis Arias Quintana, madre de tres menores y actualmente en estado de gestación.
Al mismo tiempo, las familias de Yarina Otaño Pérez y Leydis Mabel Reinoso Soto están en un peligro inminente ante el estado de derrumbe que presentan sus inmuebles.
Por su parte, Yanelis Otaño Pérez tiene siete hijos, y plantea que su espera se ha prolongado por más de nueve años. Según asegura, ha sido víctima durante todo ese tiempo del engaño y la manipulación por parte de las autoridades, pues la funcionaria que atiende su caso le aseguró que le iban “a dar un terreno porque no hay casa” y “así me estuvieron engañando un buen tiempo” concluye.
Entre las cuatro mujeres suman 21 hijos, y aseguran no haber obtenido respuesta a su situación de las instancias gubernamentales, que solo les piden paciencia frente a una espera que se ha hecho eterna. “Lo único que te dicen es que no hay casa, que tienes que esperar y así te tienen dormida”, explica Arias Quintana.
Este es el segundo año de ejecución de la Política de la Vivienda, establecida por Miguel Díaz-Canel para completar en un periodo de 10 años, tras el cual declaró que se resolvería el problema del fondo habitacional de Cuba.
Las políticas de construcción y reparación de viviendas en Cuba han sido ineficientes. Según estadísticas oficiales, el 39% de las edificaciones de la Isla están clasificadas en estado constructivo malo o regular, y existe un déficit de casi un millón de inmuebles.
El régimen ha admitido que la vivienda es un problema no resuelto por la llamada “revolución”. Un reportaje publicado en 2019 en el portal oficialista Cubadebate reconoció que en el país existe un déficit habitacional ascendente a más de 1,3 millones de hogares.
Las viviendas terminadas en 2021 representan un 58% de cumplimiento del plan previsto, y un 39% de las terminadas en 2020, cuando se otorgaron cerca de 48 000 viviendas, según cifras oficiales.