Samantha María, de nueve años, y sus padres enfrentan una situación de precariedad tras su deportación a Cuba.
Para poder costear el tránsito desde Centroamérica hacia los Estados Unidos, vía Panamá, la familia vendió todas sus pertenencias. Tras su regreso a la provincia de Camagüey, viven de la caridad de los vecinos y amigos, en una vivienda en mal estado y durmiendo en el piso, según explicó Ramón Tejera, padre de la menor.
Tejera declara también que, hasta la fecha, no ha podido encontrar empleo, “han tenido problemas” y solo cuentan con los escasos recursos que les brinda la libreta de abastecimiento.
La familia cubana fue noticia hace unas semanas tras la súplica de la menor a las autoridades de Aduanas y Protección Fronteriza, en Eagle Pass (Texas), para no ser devuelta a México. En el video se observa a la niña llorando mientras reitera que no quiere regresar a Cuba. “Por favor – rogó - ¿ustedes no tienen corazón?” se le escucha decir mientras abordan un vehículo para ser transportados hacia la estación migratoria de Piedras Negras, estado de Coahuila.
En una videollamada, Tejera había mostrado al medio independiente 14ymedio mediante las condiciones en que se encontraban durante su espera en territorio mexicano, "expuestos a hambre, a maltrato, frío”.
Durante su trayectoria hacia la frontera con los Estados Unidos Tejera asegura que fueron víctimas de asaltos, extorsiones y abusos por parte de las autoridades migratorias y los policías. Según refiere, fue la imposibilidad de pagar dichos sobornos la causa por la cual fueron violentados sus derechos y hoy se encuentra de regreso en Cuba.
Según relata, uno de los agentes que lo detuvo en el cruce a Texas le pidió “4 mil dólares por persona” para llevarlos al río Bravo. "Como no accedimos, nos llevaron para Villahermosa, en Tabasco, y allá nos pidieron 1.000 dólares para soltarnos, pero como no conseguí lo que pedían, a nosotros nos devolvieron" narra Tejera.
Días más tarde, la niña y sus padres fueron deportados a Cuba, pese a que su estancia en México estaba respaldada por un salvoconducto. Ahora la familia asegura que solo les queda “la fe y la virtud de estar con vida" y augura “será muy duro y difícil lo que nos espera".
Hasta inicios de abril las autoridades mexicanas habían devuelto a 891 migrantes cubanos a la Isla, incluido un grupo de 32 personas que llegó a La Habana el 6 de abril, reportó la prensa estatal.
Según la nota de la agencia Prensa Latina (PL), en el grupo de 32 migrantes cubanos se encontraba un menor de edad.
Se trata de la decimotercera operación de este tipo efectuada en 2022.