Agentes fronterizos de EE. UU. detuvieron este 1 de marzo a 12 balseros cubanos que tocaron tierra en los Cayos de Florida, informó el jefe de la Patrulla Marítima del Sector Miami, Thomas G. Martin.
Martin dijo en su cuenta de la red social Twitter que los migrantes llegaron a tierra en Marathon a través de un bote pesquero de madera. Los cubanos serán repatriados como manda la ley, aseguró una nota de Local 10.
El 28 de febrero trascendió que cuatro balseros cubanos fueron rescatados a unas 50 millas de Cuba por la tripulación del crucero Royal Carribean Celebrity APEX.
El medio Only in Dade publicó un video en su cuenta de Instagram en el que se avista, desde el crucero, la embarcación rústica donde navegaban los cubanos, que no viajaban con medios de protección para salvaguardar sus vidas en caso de naufragio.
El agravamiento de la crisis económica y la falta de libertades y derechos económicos, políticos y civiles ha incrementado el número de cubanos que optan por la migración irregular por tierra o mar.
En cuatro meses, los guardacostas de Estados Unidos han interceptado a 800 migrantes cubanos en alta mar, cifra que antes que termine febrero ya se acerca al total de 838 detenciones de balseros realizadas durante el año fiscal 2021. El año fiscal del Gobierno federal de EEUU comienza el 1 de octubre y se extiende durante un año, hasta el 30 de septiembre siguiente.
Datos divulgados por la Guardia Costera este 22 de febrero dan cuenta de la tendencia al ascenso en la migración irregular de cubanos por mar y el abrupto salto en las intercepciones de balseros: 259 en 2018, 313 en 2019, 49 en 2020 (un número inferior influido por la crisis pandémica) y 838 detenidos en 2021.
Cada semana es noticia la repatriación de decenas de balseros que ven frustrados sus intentos de llegar a Estados Unidos.
El pasado 24 de febrero, por ejemplo, la tripulación del buque Margaret Norvell, de la Guardia Costera de Estados Unidos, repatrió a 42 migrantes indocumentados.
Los migrantes fueron interceptados frente a las costas de Sugarloaf Key y Long Key, en la Florida, “debido a problemas de seguridad de la vida en el mar”.
Una vez a bordo de un patrullero de la Guardia Costera, todos los migrantes reciben alimentos, agua, refugio y atención médica básica. Durante las interdicciones, los miembros de la tripulación están equipados con equipo de protección personal para minimizar la posible exposición a cualquier posible caso de COVID-19, precisó la nota.