Un menor de edad cubano de 14 años falleció recientemente en medio de la travesía para cruzar la selva del Darién junto a parte de su familia.
El niño murió aparentemente de un infarto según aseguró la Defensoría del Pueblo de Colombia en un tuit.
“El menor de edad que falleció era uno de los sobrevivientes del naufragio del pasado 10 de octubre, cuando la embarcación iba de Necoclí a Panamá, y donde murió su madre. Gestionamos atención y asesoría para sus familiares, y atención humanitaria”, aclaró ese órgano constitucional y autónomo colombiano.
El establecimiento de una ruta migratoria segura para los migrantes entre Colombia y Panamá podría evitar estos hechos, resaltó ese órgano constitucional colombiano.
A raíz del naufragio la Defensoría del Pueblo pidió a los gobiernos de ambos países que establecieran una vía marítima que evitara la ruta por la selva, “pero no se ha atendido la solicitud. Urge hacerlo”, señalaron.
La embarcación donde viajaban el menor y su madre superaba los 30 tripulantes y “se dirigía desde Necoclí, en el departamento de Antioquia, hacia el archipiélago de San Blas en Panamá”, resaltó un cable de EFE.
En el naufragio perdieron la vida tres migrantes y desapareció un bebé de ocho meses.
En agosto trascendió que los gobiernos de Panamá y Colombia, ante la avalancha de migrantes irregulares especialmente cubanos y haitianos con destino a Estados Unidos, decidieron recibir unos 650 por día mientras se extienda la crisis migratoria en sus fronteras.
La propagación de la pandemia propició el cierre de fronteras y el flujo de ilegales llegó ese mes hasta los 2 mil casos por día.
Erika Mouynes, la canciller de Panamá, expresó en conferencia de prensa que "Se estableció un número escalonado hacia la baja, primero, para atender la crisis, de 650, y progresivamente hacia 500 con días específicos dentro de los cuales pueden ingresar”.
Según las estadísticas el 1 por ciento de los migrantes que llegan a territorio panameño piden asilo o refugio. Los cubanos están entre aquellos que más lo solicitan, aunque los haitianos, africanos y asiáticos también engrosan las cifras.
Cientos de cubanos han muerto en su cruce por la selva del Darién, que desde enero ha sido atravesada por más de 10.700 cubanos, según los datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá. Otros han perecido atravesando el río Bravo que divide México de Estados Unidos.