Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación (MEP), dijo a Granma que "no desiste" en el propósito de que el PIB cubano crezca un 0,5% este año.
El funcionario del régimen justificó el estado crítico de la economía de la isla con "un escenario de mucha presión".
Esto contradice sus propias palabras y las de Miguel Díaz-Canel, quien durante el III periodo Ordinario de Sesiones de la IX legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) explicó que la economía no crecería en 2019 en el 1,2% pronosticado por el ministro de Economía en diciembre, sino en un 2,2%.
Aseguró también diseñar un plan para 2020 que potencie las exportaciones, planifique un nivel de inversiones eficientes y asigne los recursos primariamente a las actividades fundamentales; todo un trabalenguas.
Otra justificación: "Pese a la entrada en vigor por la administración de Trump del Título III de la Ley Helms-Burton, la cual agudiza las sanciones contra Cuba, estamos en niveles de actividad similares a los del año anterior en sentido general, y en algunas, inclusive, hemos ido mejorando"
Gil Fernández reconoció que Cuba gasta en importación de alimento animal más de 500 millones de pesos cada año.
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Desde agosto pasado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé que la economía cubana crecerá apenas un 0,5% en 2019, en contra de de los optimistas pronósticos que anunció el gobierno de la isla en julio.
Por su parte, el economista cubano Omar Everleny Pérez Villanueva ha publicado en IPS Cuba un extenso análisis en el que propone 10 medidas concretas para salvar la economía cubana.