Agentes vestidos de civil del gobierno cubano agredieron este 27 de abril a un miembro del grupo disidente Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), según reportó su coordinador, José Daniel Ferrer.
En las imágenes compartidas en redes sociales, Ferrer muestra a los agentes del régimen cuando intentan detener a Wilder Cervantes, activista de la organización, mientras trataba de llegar hasta la sede de UNPACU, en el reparto Altamira de Santiago de Cuba.
Cervantes logró escapar a los golpes de un fornido policía —camuflado de civil— que lo golpeó. Mientras tanto, el anciano Alfonso Chaviano Peláez, quien iba en busca de ayuda, fue detenido por la policía.
Chaviano es uno de los tantos pobladores de Santiago que acuden a buscar medicinas o alimento a Altamira. Esta labor humanitaria, que la UNPACU realiza desde hace meses y que la ha ganado el favor de los vecinos, fue lo que desató la represión policial.
Ferrer denunció que el cerco policial sigue activo en los alrededores de la organización, por lo que no dejan ingresar ni salir a ninguna persona.
Luego de un breve ínterin, para amainar una huelga de hambre de la organización durante más de 20 días, el cordón militar regresó a las inmediaciones del reparto Altamira, el cual incluye un gran despliegue de efectivos, que no siempre logran camuflarse, como ocurrió este martes.
El jueves pasado, la policía política detuvo a Ferrer y su hijo, José Daniel Ferrer Cantillo,, cuando fueron a apoyar al activista Iam Gámez Gell, a quien los represores impedían pasar a la sede.
“Los sicarios amenazaron con buscar refuerzos y llevárselo detenido. José Daniel se acuesta en el piso y pocos minutos después lo introducen en un carro patrulla y se lo llevan injusta y arbitrariamente detenido a paradero desconocido”, narró Ana Belkis Ferrer, hermana del líder opositor.
Ferrer fue liberado el propio jueves tras ocho horas de arresto. Al poco tiempo de llegar a su casa compartió imágenes de las heridas que le infligieron durante la detención.
Según dijo, le aplicaron una llave de estrangulamiento en la garganta y amenazaron con enviarlo a prisión no sólo a él, sino también a su hijo y su esposa.
Varias organizaciones y personalidades condenaron la represión contra los opositores de UNPACU, entre ellos, Amnistía Internacional y los congresistas cubanoamericanos Marco Rubio y María Elvira Salazar.