Líderes del exilio y dirigentes de organizaciones cubanas en Estados Unidos acogieron este lunes con satisfacción el regreso de Cuba a la lista de países a los que el Gobierno estadounidenses considera patrocinadores del terrorismo y algunos se preguntaron por qué no se incluyó también a Venezuela.
"El Departamento de Estado ha designado a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo por brindar apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas", anunció el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado publicado hoy.
La Administración Trump, iniciada en 2017, toma la medida cuando faltan menos de dos semanas para que asuma la Presidencia el demócrata Joe Biden y seis años después de que en 2015 el entonces presidente Barack Obama sacara de la lista a Cuba como parte de su política de normalización de relaciones con la isla.
Es una rectificación del "error de 2015", señaló hoy el Centro por una Cuba Libre.
Las razones para que Cuba esté en la lista "se mantienen, y de hecho se han expandido desde la designación original en 1982", dijo su presidente, el exsubsecretario de Estado y exembajador en Venezuela Otto Reich.
Juan Antonio Blanco, director ejecutivo de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, dijo que es "una ingenuidad" creer que la Administración Trump metió a la isla "de un plumazo en esta lista" y "simplista" pensar que con esto quiere dejarle" el campo minado" a la nueva administración en asuntos cubanos.
Este proceso llevó "años de investigaciones", consideró.
"Fui uno de los que hizo investigaciones en ese terreno y llegamos a la conclusión de que Cuba había aplicado una metodología de subcontratación mediante la cual todas las actividades criminales e ilegales con estos grupos las había exportado a Venezuela", agregó en declaraciones a Efe.
Rosa María Payá, del movimiento Cuba Decide, aplaudió el hecho y dijo que continuarán las comunicaciones con los congresistas y con el presidente electo Biden, "que posee ahora un mecanismo de presión más sobre la dictadura para apoyar las exigencias de cambio democrático que nacen de la ciudadanía cubana".
Por su parte, Orlando Gutiérrez, líder del Directorio Democrático Cubano, subrayó que es un "paso correcto".
"El régimen (cubano) sigue ligado a prácticas, personalidades y organizaciones terroristas. Debe ser tratado como tal", dijo a Efe.
Preguntado acerca de lo que puede pasar con esta decisión cuando Biden sea presidente, Gutiérrez opinó que para cambiarla se necesita "un proceso extenso", y agregó que se le debería exigir a "este régimen dictatorial en Cuba" que cumpla "con requisitos estrictos y reales para salir de esa clasificación".
"Creo que a este régimen se le ha dado tiempo y espacio para que modifique su comportamiento y no lo hace", agregó.
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Antonio Díaz Sánchez, del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), afirmó a Efe que Cuba "nunca debió salir" de la lista.
El cubano es un "Estado terrorista por naturaleza con sus propios ciudadanos" y lo sigue siendo apoyando el terror en otras naciones, agregó Díaz Sánchez.
Ramón Saúl Sánchez, del Movimiento Democracia, también se mostró de acuerdo y opinó que la única forma de que Cuba salga de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo es "dejando de aterrorizar a su pueblo y de auspiciar a regímenes terroristas como los de Venezuela e Irán, y de dar refugio a terroristas".
John S. Kavulich, titular del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, se preguntó por qué la Administración Trump cree que Cuba merece volver a la lista, mientras que no ve en Venezuela una conducta similar para incluirla.
"La Administración Trump ha ligado con éxito a Cuba con Venezuela y a Venezuela con actividades malignas", destaca este especialista en las relaciones estadounidense-cubanas.
Cuba y Venezuela están ligados con China, Irán, Rusia, Siria y Corea del Norte y con las guerrillas colombianas, agrega.
Kavulich cree que la decisión anunciada este lunes por Pompeo puede tener impacto en las limitadas relaciones políticas, económicas y comerciales entre ambos países y también puede afectar a las relaciones de EE.UU. con terceros países.
En cuanto a las consecuencias concretas de esta decisión para Cuba, opinó que "las instituciones financieras pueden tener otra razón para evitar las transacciones" con la isla y además puede disuadir a gobiernos y empresas de vincularse con ese país.
También puede ocasionar que las compañías de seguros suspendan la cobertura de transacciones (barcos, aviones etc..) o aumenten el costo de las pólizas.
"Con esta acción, una vez más haremos responsable al Gobierno de Cuba y enviaremos un mensaje claro: el régimen de los Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y a la subversión de la justicia estadounidense", indicó Pompeo en un comunicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense justificó el retorno de la isla a la lista "por brindar apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas".