El famoso día 0 del ordenamiento en Cuba ha generado malestar en más de uno por la falta de correspondencia entre los incrementos en los precios de bienes y servicios, y la calidad de los mismos. Es el caso del pan normado que el régimen vende a sus ciudadanos, el cual, pese a que incrementó su precio en 20 veces, sigue siendo “vomitivo, aborrecible e incomible”.
Así lo calificó el periodista José Morales, corresponsal de los oficialistas Juventud Rebelde y el semanario Opciones para las provincias Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo. Según denunció en su perfil de Facebook, el pan de este 1 de enero, al menos en su panadería, es una muestra de “descaro e irrespeto”.
Con imágenes del alimento vendido en la panadería “La Indiana”, en calle Cuabitas y avenida Rene Ramos, Morales recordó la parodia del grupo humorístico Punto y Coma sobre el pan, cuya letra bromeaba con la calidad del producto, tristemente necesario, así y todo, para la gran mayoría de los cubanos.
“El Día 0, Que debía marcar diferencias, nos deja el amargo sabor de continuar con el mismo perro con Diferente Collar. He quedado Anonadado. El pan nuestro de cada día subió 20 veces su precio. Por lo que se infería que, su calidad, debía crecer exponencialmente. Craso error. Otra vez, los controladores y decisores, que deben velar porque las políticas Gubernamentales se cumplan; me dejan sin palabras”, escribió Morales.
“Si no implementamos urgentes políticas en favor de la calidad… el aumento de salarios sólo será un cambio de lugar, pero en la misma posición. Esto es en un solo producto, imagino que esa debe ser la nota sobresaliente en todos los demás. Servicios y gastronomía, Transporte y toda actividad que, de alguna manera, hasta las formas no estatales de gestión, brindan servicios”, agregó.
En opinión del periodista, las normas existen y ello debería hacer que no fuera tan difícil cumplir con lo que ya está establecido. Sin embargo, reconoció, la abulia, la apatía, la indolencia y el irrespeto a la otredad son “caldo de cultivo para que oportunistas burlen la legalidad y sigan creando malestares en la población”.
“Creo que es hora de poner fin a los desmanes de quienes lucran con el sudor y la humildad del pueblo. Que entiende de carencias. Pero no de descaro e irrespeto tan a la vista”, concluyó.
Con el inicio del ordenamiento monetario y cambiario en Cuba, el precio del pan normado, cuya calidad mayoritaria ha sido siempre objeto de quejas ciudadanas, subió de cinco centavos a un peso.