Varadero, el mayor destino turístico de sol y playa de Cuba, ha comenzado a verter el mayor cargamento de arena de su historia con más de un millón y medio de metros cúbicos en su primera fase, para combatir la erosión provocada por la crisis climática, informaron autoridades locales.
Esta primera fase, que se prevé completar en octubre, comprende 12 kilómetros en los seis sectores principales de la playa de Varadero, que se extiende por más de 22 kilómetros en la península de Hicacos, unos 140 kilómetros al este de La Habana.
El vertido de arena se realiza con medios técnicos cubanos, algo que nunca había sucedido antes, y con "medios de última generación", según declaró a la emisora estatal Radio Rebelde el especialista Pavel Morales, del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente.
El especialista destacó que la restauración de arena en Varadero se enmarca en el plan nacional Tarea Vida, que incluye diversas medidas para cooperar en la lucha global contra la crisis climática.
La acción también forma parte de la meta marcada por las autoridades cubanas de declarar su costa como "playa ambiental" en 2020.
La playa de Varadero exhibe un proceso de erosión moderado, mientras más del 80 % de las playas turísticas del país tienen retrocesos en la línea de costa que promedian 1,2 metros por año, según datos del Gobierno.
Con las arenas blancas y las cálidas aguas azules como su principal reclamo, el primer polo turístico de Cuba tras La Habana recibe anualmente más de 1,5 millones de visitantes, y figura entre los diez destinos de sol y playa más populares del mundo.
Varadero cuenta con 52 instalaciones hoteleras, el 83 % de ellas administradas y comercializadas por compañías extranjeras como las españolas Meliá, Iberostar y Globalia y la canadiense Blue Diamond, que además desarrollan importantes inversiones.
Entre 2013 y 2017 la localidad ya recibió un volumen de 53.530 metros cúbicos de arena para restaurar 2,5 kilómetros de playas.
Entonces también se realizaron trabajos para controlar la erosión de las dunas y fijar pautas en materia de higiene, infraestructura, servicios y educación ambiental, según el centro de servicios ambientales de la provincia de Matanzas, a la que pertenece este enclave.