Si Cuba no fuera dictadura, no habría miedo a dialogar con quienes creen que sí

El escritor cubano Jorge Luis (Wichy) García, se sumó al reto #EnCubaHayUnaDictaduraChallenge, compartiendo una historia personal que evidencia cuán hondo ha calado el miedo en los ciudadanos despojados de derechos en la isla
General Raúl Castro, y Comandante Ramiro Valdés, baluartes de dictadura cubana. Foto: EFE
 

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El escritor y dramaturgo cubano Jorge Luis (Wichy) García Fuentes, radicado en México, se sumó al reto #EnCubaHayUnaDictaduraChallenge, que por estos días ha impulsado a cientos de cubanos que denuncian abiertamente el totalitarismo castrista. Bajo esa etiqueta, García Fuentes compartió una historia personal que evidencia cuán hondo ha calado el miedo en los ciudadanos despojados de derechos en la isla.

“La última vez que estuve en Cuba, en 2016, quise contactar a alguien que quiero y aprecio sobremanera, alguien con quien aprendí mucho del oficio de la televisión y con quien había colaborado en disímiles ocasiones, compartiendo alegrías y triunfos en proyectos comunes, una suerte de ídolo personal para mí”, comienza recordando el escritor.

“Le llamé por teléfono un par de veces y casi quedamos para vernos en alguna parte de La Habana. Quería regalarle un DVD con mi película independiente y contarle cuánto me había servido el aprendizaje a su lado”.

Pero Wichy García se fue dando cuenta que esa persona lo evadía. Finalmente, le dijo por lo claro en la última conversación telefónica: “Mira, yo te lo agradezco, pero no puedo encontrarme contigo, no es conveniente, tú escribes esas cosas de que aquí en Cuba hay dictadura y en eso no estamos de acuerdo”.

El intelectual cubano exiliado, acostumbrado ya un estado de normas mínimas de democracia, le replicó: “¿Y por qué tendríamos que estar de acuerdo en todo? (…) yo sólo quiero verte y hablar de guiones y televisión, ¿qué tiene que ver que yo piense que esto [Cuba] es dictadura y tú no?”.

“Pues que yo no estoy de acuerdo en eso de que aquí hay una dictadura”, le respondió su interlocutor que parecía no salir de aquel argumento.

“Y aunque yo en el fondo entendía que no me quería ver (o no me podía ver, que no es lo mismo, pero es igual) por no buscarse problemas en los puestos de mando importantes que ya tenía por esa época, tuve que desistir de mi deseo -sin confesarle que de muchas maneras me estaba rompiendo el corazón”, recordó García Fuentes en un post de Facebook.

Sin embargo, antes de colgar le comentó: “Tú eres una persona brillante, piénsalo, si esto no fuera una dictadura, ¿en serio crees que tendrías que decirme eso?...”

En toda esta historia, el exiliado dio una lección de civismo, respeto y tolerancia a quien lo rechazó por sus ideas: “Si su defensa del esquema dictatorial que nos estaba dividiendo como seres humanos y como colegas era sincera o sólo se trataba del clásico miedo a no quemarse, eso no tengo ya manera de saberlo. Quizás algún día -sin el miserable acoso a los opositores y a quienes quieran compartir con ellos en uso de sus derechos civiles y su libertad- podamos finalmente tomar ese interrumpido café y quizás me lo cuente. O no”.

Jorge Luis García Fuentes (La Habana, 1967) es un escritor, periodista y dramaturgo cubano-mexicano radicado en la ciudad de Hermosillo, con experiencia como guionista para teatro, cine y televisión. Ha publicado las novelas El Ombligo del Mundo y Piedra de Luna.

 

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