El fin de las remesas de la empresa Western Union (WU) desde Estados Unidos a Cuba supone el regreso de las “mulas” con dinero en efectivo en los aeropuertos y una mayor carga para las autoridades aduaneras y migratorias estadounidenses, especialmente en el Aeropuerto Internacional de Miami, señaló este lunes el Consejo Comercial y Económico EE.UU.-Cuba (CubaTrade).
El viernes pasado, el régimen de la isla anunció que la empresa estadounidense dejará de operar en Cuba y cerrará sus 407 puntos de pago a partir del próximo 23 de noviembre. El Gobierno de Donald Trump sancionó a la corporación financiera Fincimex, controlada por militares de la dictadura, que era su contraparte cubana.
El hecho “significará el regreso de mulas con esteroides”, manifestó este lunes CubaTrade en un comunicado.
Según este gremio empresarial, el cierre de operaciones de Western Union se presta para un incremento en el tiempo de requisas a pasajeros que quieran viajar con dinero en efectivo oculto o repartido entre varias personas.
El impacto se agrava en los meses de noviembre a enero debido a las vacaciones de fin de año, agregó.
En octubre pasado. el Gobierno de Estados Unidos decidió prohibir el envío de remesas a Cuba a través de empresas controladas por las Fuerzas Armadas cubanas como lo es Fincimex.
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La medida restringirá el envío de dinero a la isla, a no ser que empresas como Western Union lleguen a un acuerdo con el castrismo cubano para sortear las sanciones entregando las remesas a través de entidades civiles, lo cual no ha sucedido.
La norma se publicó el 27 de octubre pasado y proporcionó un período de 30 días para la implementación de las nuevas restricciones, lo que daría un tiempo al régimen cubano para rectificar su método y que Fincimex cediera a otra entidad su papel ante la WU, pero no lo hicieron.
CubaTrade señaló que por los menos 1800 personas viajan diariamente en 12 vuelos desde el Aeropuerto Internacional de Miami al José Martí de La Habana.
Recordó por otro lado que un pasajero que lleve más 10 mil dólares debe declararlos a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.
Actualmente, las compañías extranjeras que quieren operar en Cuba deben contar con una contraparte estatal, y en el caso de Western Union, es socio es desde 2016 la firma de servicios financieros Fincimex, vinculada al conglomerado militar Gaesa.
El Departamento de Estado incluyó en junio a Fincimex en la “lista negra” de empresas con las que los estadounidenses tienen prohibido llevar a cabo transacciones, y la nueva normativa impide procesar remesas con cualquier entidad incluida en ese listado.
(Con información de EFE)