El escritor cubano Leonardo Padura, ganador del premio premio Princesa de Asturias de las Letras compartió con el diario La Vanguardia una entrevista donde comenta facetas personales de su vida con motivo de la celebración de los 50 años de la editorial Tusquets, que ha publicado sus novelas.
"Los escritores no somos de un país sino de una ciudad, y yo soy de La Habana, donde vivo en la casa en que nací. En Cuba no tendrás comida, pero tienes tiempo para escribir", dijo el autor, que más de una vez ha generado polémica por sus comentarios sobre la situación política y económica de Cuba.
Sobre las razones que lo llevan a permanecer en el país, Padura dijo que "En La Habana gozo del raro privilegio de vivir en la casa en que nací. Es una casa grande y fresca, donde cultivo mis plátanos, aguacates, mangos, guayabas..."
"Lo mejor es salir a la calle y seguir siendo el hijo de Nardo, que ya murió, y Alicia, que es mi madre y tiene 91 años. Eso es una ventaja literaria, porque salgo por mi barrio y allí sólo soy un cubano más y conecto con lo que siente la gente, y eso es importante para escribir", añadió.
Padura también comentó sobre los temas que lo han acompañado a lo largo de su vida: "Buscando la verdad se llega a la esencia de las cosas. He estudiado la música cubana, el origen del béisbol cubano y además he trabajado de periodista y escribí largos reportajes que llegaron a ser muy populares en Cuba".
"La historia del proxeneta más famoso de Cuba; la del barrio chino –nada que ver con el de Barcelona: allí son todo chinos de verdad–; la de cómo se creó el ron Bacardí, de raíces catalanas, en Santiago; o yendo tras los pasos de Hemingway en Islas en el golfo persiguiendo submarinos alemanes por los cayos de Camagüey...".
Ante la pregunta sobre la censura, el escritor respondió que "nunca" se ha sentido censurado: "La verdad es que nunca. Y los reportajes me hicieron madurar como escritor: cualquiera puede notar mi progreso en el oficio entre El aprendiz y Pasado perfecto".
Padura nunca pensó salir de Cuba sin pasaje de regreso, ni siquiera cuando "En los noventa, Cuba sufrió una terrible crisis económica: el periodo especial. Faltaba de todo: luz, transporte, comida, cigarros, ron..."
"Porque allí, aunque no tuviera comida, tengo algo insustituible para un escritor: tiempo para escribir. Y volví a Cuba y trabajé como un loco para no volverme loco, porque la situación en mi país era tremenda: escribí tres novelas, ensayos, libros de periodismo, guiones de cine...", explica el creador de Mario Conde.
Padura también aseguró que "El hombre que amaba a los perros es una novela que no podía haber sido escrita por un español o un francés", y que eso se lo debe a "haber vivido casi toda mi vida en un país comunista" lo cual le da "una perspectiva del mundo y las relaciones entre personas muy peculiar".