En un video de archivo que divulgaron varios medios independientes, Raúl Castro, hermano del fallecido dictador Fidel Castro, se dirige a varios cubanos en una calle y se refiere a la necesidad de decir la verdad y no actuar como la masa.
Irónicamente, al final del video señala que "a veces somos nosotros los culpables, que no decimos lo que pensamos".
“Cosas de la vida”, como dice la jerga popular, que The Boss, el supremo jefe de Cuba y uno de los principales culpables de las persecuciones contra periodistas independientes y enemigo de la libertad de expresión, diga lo que dijo.
Lo cierto es que en Cuba no se respeta al que piensa diferente y se persiguen las ideas heterodoxas y a aquellos que critiquen al sistema. Como ejemplo, el caso del médico cubano Alexander Raúl Pupo Casas, natural de la provincia de Holguín, sobre quien pesa la amenaza de expulsión de su centro de trabajo.
Este 24 de septiembre, Pupo Casas, quien había denunciado acoso laboral y amenazas por sus respetuosas y argumentadas opiniones en redes sociales, no exentas de crítica a quienes dirigen el país, ahora aseguró que estaría cercano su despido del hospital.
“DENUNCIA URGENTE… Hola en estos momentos fui sacado de mi servicio para reubicación. Planean expulsarme del hospital. Los tendré informado”, escribió en su perfil de Facebook el joven doctor, residente de Neurocirugía.
Al parecer, la copa que rebasó el vaso de la dictadura fue un comentario reciente de Pupo Casas, quien opinó que “cuando la verdad se convierta en una amenaza para una Revolución, entonces sabremos que esa Revolución no es justa”.
José López Piña, opositor y reportero de Palenque Visión, residente en Santiago de Cuba, relató para ADN Cuba, los lamentables hechos de tortura a los que estuvo sometido el año anterior.
El hombre, por militar en la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), fue objeto de numerosas detenciones y actos humillantes en Santiago de Cuba.
"Empiezo a conocer el rostro de la represión por dentro. Eso me impactó porque comencé a ver que este gobierno por tratar de mantenerse en el poder utiliza cualquier método", explicó ante las cámaras.
En el contexto de las supuestas elecciones para la nueva Constitución cubana, López Piña entró en una huelga de hambre durante 13 días como forma de oponerse a lo que consideraba un fraude.
El 24 de febrero de 2019, día de la elección, salió a la calle y logra intercambiar con varias personas para disuadirlos de no votar. En ese momento fue detenido por un oficial de la policía política y ahí comenzaron las torturas.
Lo llevaron para la estación policial de El Cristo, y varios agentes allí presentes le propinaron golpes, entre patadas y bofetadas. Le quitan la ropa, le abren las piernas, parten un palo y se lo atraviesan dentro de las piernas.