Al final, no hubo "Maracanazo". La selección brasileña se impuso el domingo a Perú 3-1, para conquistar su novena Copa América. El combinado dirigido por Tite, con los culés Arthur y Coutinho en el 11 y sin echar en falta al lesionado Neymar, tiró de la eficacia que le había llevado hasta esta final para volver a ganar. Sin demasiado brillo, pero alzándose con el título, que al final es de lo que se trataba.
Con un bloque de presión ostensiblemente más alto que el utilizado en partidos anteriores, Perú mostró su voluntad de complicarle la vida a Brasil en los primeros minutos. Pero una vez entró en el partido, la ‘canarinha’ se adueñó del balón y cuando se cumplió el primer cuarto de hora de juego encontró el premio del gol. Dani Alves lanzó un buen balón en profundidad buscando a Gabriel Jesus en banda derecha, éste puso a bailar a Trauco, y a posteriori centró al segundo palo para que Everton, totalmente libre de marca, empujase el balón a la red para firmar el 1-0.
Con ventaja en el marcador y haciendo gala de un exquisito orden táctico muy ‘made in Tite’, la ‘verde-amarela’ fue creciendo con el paso de los minutos. Pero más que someter a Perú, y dando muestras de tener guardada una marcha, se limitó a administrar su ventaja. Y tras unos tímidos remates desviados de Coutinho y Roberto Firmino, el destino se lo hizo pagar muy caro. Porque en el minuto 44, tras una internada de Cueva en el área, el balón golpeó la mano de Thiago Silva, y el colegiado chileno Roberto Tobar señaló el punto de penalti. A instancias del VAR, no obstante, revisó la jugada, pero su decisión no cambió posibilitando que Paolo Guerrero firmase para Perú el primer gol que Brasil recibía en esta Copa América.
Parecía que se llegaría al descanso con el marcador igualado, pero Arthur se sacó de la chistera un gran slalom rumbo al balcón del área desde el que asistió a Gabriel Jesus, que en el uno contra uno ante Gallese no falló e hizo el 2-1.
Tras la reanudación, y con la lección aprendida después de lo sucedido en el arranque del duelo, Brasil subió un punto su intensidad abrumando por momentos a una Perú que se vio superada. Pero no aprovechó las ocasiones de gol de las que dispuso, y en el minuto 70 se quedó en inferioridad numérica al ser expulsado Gabriel Jesus por doble amarilla.
Parecía que el escenario de partido cambiaría drásticamente en los minutos que restaban para el pitido final, pero Brasil supo controlar la situación y, más allá de dos disparos de Trauco y Flores, Alisson no se vio en aprietos.
En el 88’, una internada en el área de Everton acabó en penalti al ser derribado por Zambrano y Richarlison firmó el 3-1 desde el punto fatídico para finiquitar el encuentro.
Brasil vuelve a campeonar tras 12 años sin hacerlo, y aunque sin el ‘jogo bonito’ del pasado, el título vale igual que el resto.