A una semana del paso por Cuba de la tormenta tropical Laura, que luego impactó en Estados Unidos convertida en un peligroso huracán, las cifras oficiales sobre viviendas dañadas por esta causa en la isla aumentaron, hasta sobrepasar las 3800.
El régimen ha cambiado sus datos de mil casas afectadas, a 2000, y este lunes amplió el indicador hasta 3839 hogares dañados, de ellos 115 con derrumbes totales, según informó el diario oficialista Granma.
En una reunión de la cúpula gubernamental, presidida por el mandatario designado Miguel Díaz-Canel, el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández comunicó que los datos recientes continuaban ofreciéndose de “manera preliminar”, y además se contabilizaron 2 665 000 clientes afectados por cortes del servicio eléctrico; y 15 226 hectáreas de cultivos deterioradas.
Según el periódico de propaganda, los trabajos de recuperación “han sido rápidos y priorizados”, sin embargo, en muchos lugares no se restableció la electricidad hasta tres días después, y aun “quedan interrupciones en puntos alejados”. Los datos oficiales dan cuenta de 469 viviendas en las que se pudieron “resolver los deterioros que causaran los vientos de Laura”, la cosecha acelerada de 16 000 toneladas de productos, y aseguran que se recuperaron el 29 % de las hectáreas de cultivos dañados.
Todavía quedan “problemas por resolver”, reconocieron en la reunión y “el Gobierno cubano le dará seguimiento semanalmente” a la situación de destrozos dejada por Laura.
En un encuentro anterior Díaz-Canel había dicho que “todo lo que se recupere tiene que quedar mejor que como estaba antes”, asunto difícil, ya que el gobierno lleva un gran atraso en resolver afectaciones de eventos meteorológicos anteriores.
El presidente aseguró que las viviendas que se han afectado estaban en muy mal estado desde antes. “En la medida en que nosotros podamos reponerlas por otras con más fortaleza, la afectación de este tipo de eventos será menor. Estamos también pagando las consecuencias de las problemáticas que tenemos con el fondo habitacional”, reconoció.
Según dijo el jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, general de División Ramón Pardo Guerra, como consecuencia de la trayectoria de Laura bordeando al sur del país, se protegieron 435 000 personas; 33 200 en centros de evacuación, el resto en casas de familiares y amigos.
Los daños más cuantiosos ocurrieron en el sistema eléctrico, en el cual se afectaron 1157 megawatts. Las provincias más perjudicadas fueron Pinar del Río y Santiago de Cuba, no obstante, en todo el país existieron afectaciones.
Los cultivos más dañados por los vientos de la tormenta tropical Laura, fueron el plátano, la yuca y el maíz, fundamentalmente en las provincias de Artemisa y Mayabeque, vecinas de La Habana y fuentes de suministro a la capital. En el caso de la vivienda, los destrozos mayores están en los techos y cubiertas; aunque también se registraron más de cien derrumbes totales.
Según el medio de propaganda del Partido Comunista, el régimen decidió “liberar los inventarios de materiales de la construcción” en los territorios, para comenzar lo más pronto posible la recuperación.
En 81 embalses del país aumentó el nivel y, de manera general, se incrementaron las presas en 200 millones de metros cúbicos de agua, lo cual favoreció a Santiago de Cuba, Guantánamo, Pinar del Río y Granma.