Un tribunal español condenó a ocho años de prisión por el delito de apropiación indebida y estafa a una pareja —entre ellos una cubana— detenida en Chiclana de la Frontera, acusada de estafar y maltratar a ancianos a los que cuidaban.
Además, según la sentencia recogida por Europa Press, han sido condenados a pagar una indemnización de 151 642 euros al Estado y otra de 852 a una de las víctimas.
La investigación comenzó cuando la Guardia Civil de Cádiz recibió una solicitud de colaboración internacional de la policía alemana de Frankfurt am Main, en la que pedía la localización de una ciudadana de ese país de 101 años de edad, de la que hacía tiempo no se tenían noticias, pero se sospechaba vivía en Cádiz.
Las investigaciones permitieron localizar a la mujer en una residencia de mayores de Chiclana de la Frontera, donde llegó tras pasar por varios hospitales debido a una situación grave de salud, que según los informes médicos estaba a punto de acabar con su vida.
Los investigadores supieron que los cuidadores habían contactado con la mujer en Tenerife y captaron a su víctima, quien contaba con propiedades inmobiliarias y una suculenta pensión de jubilación. Estando sola en España, se ofrecieron como cuidadores, hasta llegar a anular la voluntad de la mujer y trasladarla a la península para controlarla mejor. Esta actuación la habrían repetido con otras personas de similares características.
Tras realizar de manera muy discreta una comprobación del estado de salud de la mujer, la Guardia Civil verificó que había mejorado de manera ostensible tras su ingreso en el centro de mayores, manteniendo varias entrevistas con ella en las que relató como la mantuvieron encerrada varios meses en un chalet alquilado, y que durante ese tiempo la tenían maniatada.
Los agentes se extrañaron de que siendo así hubiera participado en dos protocolos notariales, en el que primero otorgaba un poder notarial absoluto a favor de sus cuidadores y luego los nombraba sus herederos. Estos hechos fueron negados por la mujer.
La Guardia Civil apuntó que en el mes de octubre mantenía un saldo de más de 162 000 euros y tras la aparición en su vida de esta pareja, a mediados de diciembre, apenas llegaba a 300, además de producirse la venta de su casa en Tenerife y no recibir ni un euro de la venta.
A pesar de los requerimientos para que la mujer permaneciese en el centro de mayores, la pareja se personó el día anterior a su detención en el centro y consiguió vencer su reticencia para marcharse en su compañía. Cinco horas después fallecía, algo extraño, ya que la mañana de su muerte aparecía en un video en perfecto estado de salud.
Durante la detención y registro del chalet, los guardias civiles encontraron sendos billetes de avión con destino Cuba con estancia en el Hotel Meliá Varadero. Además, comprobaron que los detenidos tenían alquilado otro chalet próximo en el que los agentes hallaron a una anciana holandesa y un anciano alemán en pésimas condiciones higiénico sanitarias.
Ambos se encontraban en habitaciones con cerrojos instalados en la parte exterior de la puerta, se alimentaban mediante sonda nasogástrica y carecían de movilidad. La Autoridad Judicial dispuso su inmediato internamiento en un Centro de Mayores de Jerez en el que su estado de salud mejoró notablemente.
Tras el ingreso en prisión de la pareja de cuidadores, los guardias civiles continuaron con la investigación, hasta encontrar un patrimonio de más de 1 800 000 euros, obtenido por similares procedimientos.
Los beneficios obtenidos por tales prácticas se canalizaban y blanqueaban a través de diversos canales bancarios e inmobiliarios, destacando la construcción de un complejo turístico en la playa de El Palmar, en suelo no urbano, mediante la aportación de documentación falsificada por los propios investigados y financiado mediante la creación de una empresa creada exprofeso con personas interpuestas para la ocultación del verdadero origen ilícito del dinero invertido.