Este 22 de junio el diario estatal Juventud Rebelde en su columna acuse de recibo, presentó el caso de una anciana que vive sola y lleva 20 días esperando que la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) arregle su teléfono.
"Ileana Cino (Estrada Palma 102, bajos, esquina a Felipe Poey, Santos Suárez, Diez de Octubre, La Habana) es una anciana que vive sola, y su teléfono está interrumpido y reportado desde el 3 de junio pasado", explicó el diario estatal.
Es sabido que el caso de esta señora no es el único, sobre todo durante la cuarentena han sido muchos los reclamos de personas de la tercera edad y de otros que integran grupos considerados de riesgo, por la demora en el restablecimiento del servicio telefónico, y en la mayoría de los casos, la respuesta por parte de ETECSA ha sido escudarse en las medidas de aislamiento social adoptadas para hacer frente a la COVID-19.
En su carta dirigida a la redacción del Juventud Rebelde, Ileana asume que la demora se deba a un número considerable de roturas en las que aun trabaja la empresa debido a los retrasos causados por la pandemia del nuevo coronavirus, pero se queja de que a pesar de haber visto a los técnicos trabajando cerca de su casa, aun no le han dado solución a su problema.
"Sé que quizá haya muchas roturas y esto pudiera justificar el hecho de que 15 días después, aún no hayan venido a repararlo, afirma. Pero me llama la atención que en varias ocasiones he visto el carrito de ETECSA trabajando en mi cuadra o en la próxima, les he preguntado si tienen mi orden y me dicen que no, que espere. ¿Hasta cuándo tendré que esperar para que mi solicitud sea atendida?"
Y como bien dice Ileana "en cualquier caso tener el teléfono roto para una persona que vive sola es un problema. Pero en este contexto de aislamiento social lo es mucho más".
La situación de esta señora, misma que comparten otros muchos ancianos en el país, debiera estar considera como prioridad, tanto por ETECSA, como por otras entidades que prestan servicios. Si bien ya estar solo puede ser un problema para ellos, cuanto más puedo serlo estar incomunicado, sobre todo en La Habana, que es la provincia más afectada por la COVID-19.