El SARS-CoV-2 ha despertado una gran controversia en los círculos científicos de casi todos los países. Su origen, vías de infección, letalidad, efectividad de los distintos tratamientos, probabilidades de vacunas, estrategias para frenar su propagación… se ha sometido en discusión en gobiernos, instituciones de salud y academias científicas.
Casi todo el mundo tiene su propia teoría sobre el nuevo coronavirus. Alejado de especulaciones empíricas, Hendrik Streeck, director del Instituto de Virología de la Universidad de Bonn, lideró el estudio de campo más importante sobre el brote de coronavirus en Alemania.
Streeck, uno de los máximos especialistas alemanes en virus, entre marzo y abril, realizó diferentes pruebas y entrevistas a una muestra de 919 vecinos de Gangelt, en el estado de Renania del Norte-Westfalia, uno de los principales focos de contagio del país a partir del 15 de febrero.
El estudio permitió llegar a importantes conclusiones sobre cómo actúa el virus. Entre los resultados de la investigación refirió: “que la cifra de personas contagiadas puede ser cinco veces mayor a la oficial (lo atribuye a un testeo muy agresivo, pero para Alemania en general la calcula entre siete y diez veces mayor), que la letalidad es una décima parte de lo que se creía al comienzo, que la probabilidad de contagio entre los habitantes de un mismo hogar es mucho menor a la que se sospecha y que gran parte de las infecciones se produce en ciertos eventos masivos, más que en el uno a uno. De todo esto habló Streeck en esta entrevista con Infobae.
“Lo que sabemos de los estudios que realizamos en Alemania es que hay una tasa más alta de individuos infectados sin ningún síntoma, que no saben que se contagiaron. En Gangelt descubrimos que una de cada cinco infecciones son asintomáticas, pero hay reportes de otras ciudades que hablan de un 43% y en Australia hubo un crucero en el que el 80% no tenía síntomas. Este es un factor muy importante, porque se relaciona con cómo se propagó el contagio sin que nos diéramos cuenta”, señaló el experto alemán.
Streeck, entre sus declaraciones a Infobae precisó que “era importante notar que en Gangelt hubo un evento de superpropagación, relacionado a las festividades de carnaval. Se infectó el 40% de los que participaron, aunque no todos fueron testeados, porque en ese momento no se tenía la capacidad de hacerlo. Al saber cuántas personas contrajeron el virus en este pueblo de 12.000 habitantes pudimos inferir, por primera vez en Alemania, la tasa de letalidad de la infección, es decir, cuántas de las personas infectadas mueren. Podría variar dependiendo del pueblo, de la demografía, de la dosis de infección que contraen los individuos, pero para ese municipio en particular encontramos que era de 0,37 por ciento”.
El académico y director del Instituto de Virología de la Universidad de Bonn, subrayó que las medidas tomadas al comienzo fueron determinantes, porque “necesitábamos tiempo para entender al virus”. En ese sentido, precisó que fueron importantes las cancelaciones de eventos masivos.
“Ahora, una tasa de letalidad del 0,37% o del 0,4% es bastante más alta que la de la gripe estacional, por ejemplo, que está en torno al 0,1 por ciento. Pero, al mismo tiempo, es bastante menos mortífero de lo que creíamos y temíamos al comienzo por las imágenes que veíamos. Y ahora que se están tomando medidas higiénicas espero que la letalidad baje aún más y que tengamos aún más cantidad de casos asintomáticos como consecuencia de una carga viral menor”, añadió.
Streeck comentó también que “de los brotes que tuvimos, al menos en Europa, aunque también hubo casos en América del Norte y del Sur, se puede ver que siempre se remontan a eventos singulares. Tenemos el bar en el centro de esquí de Ischgl (en Austria), un club nocturno en Berlín, el carnaval en nuestra área, y en Bérgamo (Italia) hubo un partido de fútbol en el que uno o unos pocos superpropagadores difundieron el virus. No es que pasa de una persona, a otra persona, a otra persona de manera pareja, de modo que un individuo contagia a tres. Si fuera así, veríamos un incremento constante y no es lo que sucede. Pero qué hace que un individuo sea un superpropagador no lo sabemos”.
El científico alemán considera que la inmunidad de rebaño aún no es determinante en esta crisis, pero cree “que es nuestra única arma contra este virus, que se ha propagado en todas las capas sociales. Porque aunque haya una vacuna en algún punto, no sucederá demasiado pronto. Así que tener inmunidad en la población, aunque sea parcial, puede ayudar a proteger a los más vulnerables”.
“Puede ser que a fin de año tengamos una vacuna, pero también puede ser que tome diez o 20 años. Nadie sabe”, agregó.
Sobre la posibilidad de que llegue una segunda o incluso una tercera ola de coronavirus, Streeck opinó que no cree que sea una ola.
“Creo que como estamos tan atentos ahora, y vigilando al virus, es posible que tengamos un aumento de pequeños focos de contagio, y trabajaremos para contenerlos de manera inmediata. Ola refiere a algo que te rodea, y no creo que nos veamos rodeados por tantas infecciones”, concluyó.