El conocido reguetonero cubano Jacob Forever ha echado mano de sus abogados para acabar con los rumores de quienes insisten en que el robo de su casa en Miami fue un invento del artista.
El músico ha compartido en su Instagram que se ha cansado exactamente de las difamaciones lanzadas por Ignacio Rafael Giménez García, alias Ignacio Giménez Cuba y por ello ha decido acudir a la justicia estadounidense.
Sus abogados han redactado una carta donde le piden a Giménez que "cese y desista de difamar a Yosdany Jacob Carmenates", nombre real del reguetonero cubano.
También la misiva pide a Giménez la eliminación inmediata de todo tipo de "declaraciones difamatorias en las redes sociales", de lo contrario, emprenderán "acción legal" contra él "por difamación ipso facto".
Eso es lo que se lee en la carta oficial que el músico compartió como advertencia en las redes, y junto a la misma unas palabras que sirven para el mismo objeto.
"Esto es lo que le pasa y le seguirá pasando a todos los envidiosos y difamadores. Ignacio Giménez Cuba aquí te va tu carta de parte de mi equipo de trabajo y mis abogadas. Que Dios te bendiga", se lee en el Instagram del “Inmortal”.
Jacob Forever acompañó la carta con unos vídeos que muestran lo que pasó esa noche en su casa, donde aparecen unos ladrones forzando una puerta para entrar en su hogar y a uno de ellos saliendo posteriormente con la caja fuerte en sus manos.
El robo en casa del intérprete se produjo en la madrugada del 6 de octubre de 2019, cuando el cantante y su esposa Diliamne Jouve, conocida como "La Dura", se encontraban fuera de la misma, aunque su hija, que en aquel entonces tenía tres años, sí estaba allí.
"Es algo que me ha afectado muchísimo, me siento muy mal, muy mal sentimentalmente. Me siento afectado psicológicamente. Es bien difícil después de uno haberse sacrificado tanto, trabajando tanto para poder lograr lo poco que uno logra...", dijo por aquel entonces el músico cubano.
Los ladrones sustrajeron de la casa de Jacob varias pertenencias, entre ellas, la caja fuerte, joyas valoradas entre 10 mil y 60 mil dólares y documentos personales como los pasaportes de toda la familia.