En febrero de 2018 un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una lista de enfermedades que debían ser una prioridad en cuestiones de la atención e investigación debido a la grave amenaza que representaban para la salud pública.
Esta lista de ocho enfermedades incluía al ébola, el zika, la fiebre de Lassa, la fiebre del valle de Rift, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la enfermedad de nipha y los síndromes respiratorios de SARS y MERS. A esta lista se sumana una más: “Enfermedad X”.
Ésta, decía a la OMS, que representa “una grave epidemia internacional que puede ser causada por un patógeno actualmente desconocido capaz de provocar enfermedad en humanos”. según informa BBC
Los expertos dijeron claro en aquel entonces que esta enfermedad X probablemente podría llegar a ser un patógeno proveniente originalmente de un animal y que pasaría a los humanos. El mismose propagaría por el planeta de forma rápida y silenciosa causando altas tasas de mortalidad. -como ha sucedido con el COVID-19-
Hoy, dos años después, con un coronavirus que ha causado más de dos millones de infecciones en el mundo, la pregunta es: ¿estamos viviendo la enfermedad X que anticipó la OMS?
“Sí, ésta (COVID-19) es definitivamente la enfermedad X”, le dice al mencionado medio la doctora Josie Golding, jefa de epidemiología de la organización de investigación Wellcome Trust de Londres quien agrega que la “Enfermedad X fue un concepto que representaba algo inesperado que desconocíamos”
“Ahora que hemos visto cómo fueron aumentando los casos de forma sostenida y después de identificarla e investigarla para ver de qué se trataba, pienso que COVID-19 es definitivamente la enfermedad X”. -deja saber-
El objetivo de la lista de la OMS era estar atentos y preparados ante una emergencia sanitaria provocada por esta enfermedad. Pero si hace dos años se anticipó la posibilidad de la existencia de una enfermedad como COVID-19 y el riesgo real que suponía ¿cómo se preparó el mundo para ella?
“Incluir la enfermedad X en la lista de la OMS fue una medida correcta y definitivamente influyó en la forma como las compañías estaban orientadas en la producción de vacunas y tratamientos”, deja saber la doctora Josie Golding del Wellcome Trust añadiendo que “Se formaron entidades para promover la producción de vacunas y terapias con enfoques más incluyentes y se crearon programas para investigar a animales y tratar de identificar los diferentes virus y patógenos en ellos”.