Alfredo Ramírez Martín, Licenciado de Turismo y trabajador de ese sector en Cuba, tuvo que reubicarse en otro puesto de trabajo, como resultado de la crisis laboral en la Isla por el COVID-19.
Ramírez Martín declaró a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que antes se desempeñaba como técnico de Planificación, Control y Supervisión de la Operación Turística (TPCSOT), puesto en el que elaboraba contratos y programaba excursiones.
Por ello Ramírez fue reubicado temporalmente. El joven de 25 años labora ahora en Matanzas, como Agente de Seguridad y Protección (SEPROT).
“Me sentía inquieto en la casa, quería seguir trabajando, ante una llamada con la posibilidad de laborar en otro empleo no dudé en dar el sí, sin apenas conocer mi nueva tarea”, dijo.
Dice la ACN que el joven afirmó que “si el puesto de trabajo hubiera sido en la Agricultura, o en cualquier otro lugar, lo hubiera aceptado de todas formas porque sé que existen muchas personas como yo dispuestas”.
“Trabajaré como Agente de Seguridad y Protección el tiempo que sea necesario y reitero mi disposición a realizar el trabajo que sea necesario”, expresó a la agencia.
Lo cierto es que las tensiones económicas y laborales creadas en Cuba por la COVID-19 agravan las serias dificultades que ya arrastraba la economía cubana, cuyo crecimiento en 2019 llegó apenas a 0,5 por ciento. Los jóvenes serán los más afectados en un país donde no existen muchas opciones sin el turismo.
Ya la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) anunció que prevé una caída del 3,7% para Cuba en 2020.