Son tres equipos de mujeres, que hacen turnos de siete horas para intentar suplir la demanda de las morgues en Irán, dijo la agencia BBC.
Según la tradición musulmana, lavar a los muertos antes del entierro es una parte esencial, pero en medio de la pandemia del COVID-19 los riesgos aumentan, pero ellas deben continuar trabajando las 24 horas.
Las mujeres utilizan una serie de invocaciones religiosas y cantos para ayudarse en su trabajo.
La gente las bautizó como las "coronadamas" y trabajan como “voluntarias” en la ciudad iraní de Qom para cumplir con la antigua tradición islámica de bañar a los muertos antes de enterrarlos. Su trabajo es admirable y terrible al mismo tiempo.
¿Cómo se supo de esa labor en medio de un régimen dictatorial como el de Irán? Pues luego de que se hiciera viral un video en el que se veían cuerpos tendidos en el suelo, en fila para ser lavados.
Según el autor del video, algunos de los cadáveres habían estado en la morgue durante cinco o seis días.
Inmediatamente llegaron los cuestionamientos en las redes sociales que generaron una fuerte censura de parte del régimen. Incluso el hombre que filmó el video fue arrestado.
Fue entonces cuando las autoridades religiosas iraníes empezaron a hablar oficialmente de las "coronadamas", como una manera de tranquilizar a los ciudadanos de que la tradición se estaba respetando con sus familiares.
Las fotos de las "coronadamas" aparecieron entonces en varios sitios gubernamentales. En ellos las mujeres eran retratadas como “mujeres valientes” que estaban asegurando a los muertos el último rito islámico.
Según la ley islámica, los fallecidos deben ser enterrados con prontitud. Pero es un requisito legal que el cuerpo se limpie con agua tres veces. Primero con extracto de cedro, luego con alcanfor y finalmente se lava el cuerpo con agua corriente.
A principios de marzo, el líder supremo declaró que los cadáveres de las víctimas de COVID-19 debían ser tratados exactamente como los de cualquier otra persona: lavados, envuelto en sudarios y con una oración antes del entierro.
Pero actualmente Irán tiene el mayor número de fallecidos (4600 hasta el 14 de abril) por coronavirus en Medio Oriente, y esas mujeres están en constante peligro por mantener una tradición.