Este viernes 20 de marzo, el reguetonero colombiano J Balvin lanzó al mercado su sexto álbum de estudio, titulado "Colores" ―un producto audiovisual en el que mezcló la sencillez de los colores con videos conceptuales y llenos de sus sueños íntimos―, con la esperanza de que funcione como antídoto a la ansiedad por la pandemia de coronavirus que afecta a más de 150 países.
"La única misión de este álbum [es] dar colores, esperanza, felicidad, porque la música es vida", escribió este jueves la estrella del reguetón en Twitter, en una serie de mensajes alentadores ante la crisis sanitaria mundial por la propagación de la enfermedad COVID-19.
Las experiencias personales del artista, uno de los más importantes de la escena urbana mundial, desembocan en el nuevo álbum.
Y es que después de dos discos llenos de elementos nuevos en cuanto a sonidos y colaboraciones ―"Energía" (2016) y "Vibras" (2018), más "Oasis", que lanzó el año pasado con Bad Bunny― "Colores" es su trabajo "menos experimental en un buen tiempo", admitió.
"Es un retorno al reguetón de mis orígenes", dijo, y señaló canciones como Morado, Rojo y Amarillo, que ha venido presentando hace unos meses, y que así lo reflejan.
"Decidimos darle a la gente lo que le gusta", completó, al comentar que cada tema de este nuevo trabajo lleva el nombre de un color y que en el disco completo no hay ni una colaboración para "mantener la simplicidad en el sonido hasta en eso".
Los secretos a todo color
Aunque cada tema lo trabajó con un productor y un DJ diferente, bajo la supervisión de su principal colaborador, Alejandro Ramírez, mejor conocido como Sky, y con el apoyo de Marcos Masís, alias Tainy, el sonido es homogéneo y recuerda al Balvin de Ay, vamos y Ginza.
El arte del disco lo hizo uno de sus ídolos, el artista japonés Takashi Murakami, famoso por fusionar en su obra elementos de la cultura pop, la historia y las bellas artes.
Sin embargo, ese concepto de simplicidad, que tan engañosamente comparte con la expresión artística de Murakami, desaparece en los elementos audiovisuales que acompañan a "Colores".
Cada canción viene con un video dirigido por el estadounidense Colin Tilley, quien ha trabajado con Rihanna, Justin Bieber, Justin Timberlake y Kendrick Lamar, entre muchos otros.
"La costumbre de hacer videos espectaculares, con historias complicadas y muchas capas y texturas se había quedado en el pasado", señaló Balvin.
"Quisimos hacer videos que hagan historia", añadió.
Como ejemplo de eso menciona algunos de Michael Jackson, una meta nada despreciable.
Lo cierto es que hasta ahora solo han salido cuatro: Morado es una explosión de ese color en escenarios fastuosos y complicados, en el que Balvin es el rey mientras canta el estribillo "yo pedí un trago y ella la botella".
Blanco recuerda a algunas de las puestas en escena de Kanye West, mientras que Rojo cuenta una dolorosa historia de un hombre que muere en un accidente de tránsito por ir distraído mirando el celular y observa a su hija crecer como un ángel guardián.
Mientras tanto, el músico colombiano dijo a la agencia española EFE que "no todas las metas" en su vida "son profesionales". En la reciente entrevista también confesó que su deseo "más importante ahora es encontrar a la mujer adecuada, armar una relación estable y tener hijos".
El colombiano finalizó una relación hace ocho meses con la modelo argentina Valentina Ferrer y sigue soltero.
Sin embargo, después de esa temporada difícil ahora ha vuelto a ver "la vida de colores", dijo, y se ha enfocado completamente en su carrera, en una combinación de "disciplina y trabajo en equipo".
(Foto de portada: Billboard)