Las fuerzas de seguridad de Perú detuvieron a 152 personas en Lima y el Callao durante la primera jornada del toque de queda impuesto por el Gobierno para enfrentar el brote de coronavirus en el país, informaron fuentes oficiales.
El comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), José Luis Lavalle, declaró a la emisora RPP Noticias que las autoridades también detuvieron 69 vehículos particulares que se desplazaban por la ciudad a pesar de la prohibición de circulación.
"Hemos intervenido a una cantidad de personas que estaban sin alguna justificación en las calles, entonces ellos han sido detenidos porque la advertencia estaba y los comunicados estaban. Son 152 personas y también 69 vehículos, estamos hablando de Lima y Callao", detalló.
El jefe de región policial Lima, Herbert Ramos, agregó que durante las horas de inmovilización social obligatoria, establecida entre las 20.00 horas y las 05.00 de la mañana, se intervino a un total de 900 personas en Lima, de las que se arrestó a los que no pudieron justificar su presencia en las calles.
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Lavalle precisó que los detenidos serán liberados después de 24 horas tras la intervención del Ministerio Público, aunque advirtió que si esas personas son nuevamente arrestadas en las calles en horarios prohibidos podrán ser procesadas penalmente.
En el caso de los vehículos, indicó que a los conductores se les retuvo la tarjeta de propiedad, la licencia de conducir y se les aplicó una multa de 6.300 soles (unos 1.800 dólares).
El jefe policial anunció que las autoridades estudian implementar una "acreditación corporativa" para las personas que sí pueden circular durante la inmovilización social obligatoria.
Reiteró que las autoridades garantizan el abastecimiento de productos en las ciudades, por lo que dijo que los ciudadanos deben comprar sus alimentos y otros productos de primera necesidad en los mercados cercanos a sus viviendas.
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Desde las 05.00 horas de este jueves se formaron largas colas de trabajadores con oficios habilitados para movilizarse que intentaban usar el transporte público para ir a sus oficinas.
Las filas se vieron en paraderos de los barrios, así como en las principales estaciones del sistema de transporte público del Metropolitano y la Línea 1 del metro, que recortaron sus horarios de servicio para adecuarse al toque de queda.
A primera hora de la mañana, la mayor movilización de vehículos y ciudadanos se presentó en los barrios periféricos de la ciudad, donde la Policía supervisó que los transportistas cuenten con documentos reglamentarios, usen mascarillas y cuenten con alcohol en gel para entregar a sus pasajeros.
Durante la madrugada, patrullas de militares y policías se desplazaron por toda la ciudad y, según se vio en videos compartidos por ciudadanos, intervinieron y pidieron documentos a las personas que abandonaban sus hogares por cualquier motivo.