Desde el palacio de Buckingham ya habían advertido que el servicio religioso del sábado para despedir al duque de Edimburgo se ajustaría a las directrices aprobadas por el gobierno británico.
Todo esto para proteger la salud pública en plena pandemia y, en la práctica, eso se ha traducido en una lista de asistentes reducida a 30 personas -el máximo permitido en Reino Unido en funerales- que representan todas las ramas de la familia del fallecido.
En consecuencia, algunos rostros habituales en los actos públicos de la realeza británica no estarán presentes en los terrenos del castillo de Windsor. Los hijos y los nietos de la soberana estarán acompañados de sus respectivos cónyuges, lo cual implica que la duquesa de York, como exmujer del príncipe Andrés, no ha sido invitada a pesar de que sus hijas las princesas Beatriz y Eugenia sí acudirán para apoyar a su abuela.
Sarah Ferguson, o 'Fergie', como se la conoce cariñosamente en Reino Unido, suele ser una habitual en los eventos de la monarquía sin importar que oficialmente esté divorciada del hijo de la soberana; en 2018 acudió al enlace del príncipe Enrique con Meghan Markle y en las últimas semanas ha acompañado a su antigua suegra en varios paseos aprovechando que Andrés y ella aún residen juntos en el Royal Lodge, a cinco kilómetros del castillo de Windsor donde Isabel II ha pasado gran parte de la pandemia.
En el caso de la duquesa de Sussex, otra de las grandes ausentes, no se esperaba que asistiera al funeral debido al embarazo del que será su segundo retoño y las sospechas se confirmaron cuando su marido aterrizó solo en Reino Unido hace unos días, pero se cree que la antigua actriz dispondrá "arreglos privados" para conmemorar la vida de Felipe a su manera cuando se presente la oportunidad.
Se ha confirmado que los diez bisnietos de la soberana y su difunto marido -incluido el príncipe Jorge, tercero en la línea de sucesión al trono- no acudirán al servicio religioso ni formarán parte de la procesión que escoltará el féretro hasta la capilla de San Jorge. El primer ministro británico Boris Johnson tampoco estará presente porque ha preferido no ocupar un lugar que podría destinarse a alguien del círculo más cercano del fallecido.