El actor mexicano Rafael Amaya, conocido por su protagónico como “El Señor de los Cielos” al darle vida al personaje de ese mismo nombre en el gustado serial de la cadena Telemundo, se ha sincerado sobre sus adicciones con la revista “People en Español”.
Amaya llevaba más de dos años alejado de los focos de la farándula y no se tenían noticias suyas, hasta esta semana que reapareció, libre de las adicciones que lo mantuvieron alejado de la escena pública y que hirieron a sus seres queridos.
Debido a ello, el actor quiso abrirse sobre su problema y dejar un mensaje positivo al mundo y sus seguidores, según destacó la publicación. Así reconoció sus excesos con las drogas y el alcohol.
“Perdí mi paz interior, el amor que le tenía a mi familia, a mi trabajo. Poco a poco me fui sumergiendo en el fango oscuro del alcohol y las drogas, viviendo todos los excesos posibles habidos y por haber (…) Estuve mucho tiempo solo, haciéndole mucho daño a mis seres queridos, a mis amigos, a mis compañeros y al público también”, dijo Amaya.
Según el propio Amaya, hace ocho meses que tocó fondo y decidió pedirle auxilio a su amigo, el cantante Roberto Tapia, quien junto a Fátima, la hermana del actor, y su mánager, Karem Guedimin, idearon un plan para rehabilitarlo.
“Soy un ser humano, no soy un robot. Me dejé llevar por el alcohol, las banalidades. Estaba cegado por el manto oscuro de la drogadicción (…) Las drogas son la muerte (…) ahora siento que renací. Tengo fe, tengo amor, esperanza, planes”, concluyó el actor.
Según la información de la revista, cuando Amaya llegó a la clínica de rehabilitación, del ex boxeador Julio César Chávez, aún estaba psicótico y se creía el “Señor de los Cielos”, pero en unos meses logró una evolución favorable y salió del hueco en que estaba.
Cuando salió de la clínica no quiso incorporarse de inmediato a la farándula, así que se dedicó a viajar por Europa y América, y a estar solo consigo mismo, para volver a encontrarse.