Yeriel Cruz, el preso político del 11J que golpearon hasta casi matarlo
Luego de que circulara en redes sociales un texto en que se decía que Yariel había sido asesinado, su mujer logró verlo el 13 de julio
Actualizado: November 30, 2022 1:50pm
El cubano Yeriel Cruz, de 33 años, sentenciado a seis años de cárcel por manifestarse pacíficamente el 11J en Güines, en la provincia de Mayabeque, nunca olvidará el día en que agentes de la Seguridad del Estado lo golpearon hasta casi matarlo.
Según declaró su esposa, Nervis Rodríguez, a ADN Cuba, el 12 de julio de 2021 Cruz salió a la calle en busca de un medicamento para su hijo pequeño con fiebre cuando vio las protestas populares que ocurrían en su pueblo y decidió unirse por unos minutos.
Luego de que circulara en redes sociales un texto en que se decía que Yariel había sido asesinado, su mujer logró verlo el 13 de julio.
"Al verlo me eché a llorar. Estaba todo golpeado, ensangrentado, tenía moretones, una pierna inflamada por un bastonazo, marcas de las tonfas en cara, espalda, pecho, brazos y por la caída en el camión perdió un calcáneo", se lamentó Rodríguez.
El joven cubano estuvo recluido varios días en la llamada prisión del Sida de Mayabeque y luego en la prisión de máxima seguridad de Quivicán, donde permanece hasta la actualidad.
Los primeros meses en prisión fueron un infierno para Yeriel y su familia. Incluso, entre el 15 de septiembre y el 14 de octubre de 2021, ni siquiera pudo realizar una llamada a su casa, por lo que su esposa estaba desesperada.
Finalmente, el juicio contra este padre cubano se celebró en enero de 2022 y fue condenado a diez años por los supuestos delitos de desacato, desórdenes públicos, atentado y resistencia.
Cruz apeló y en el Tribunal de Casación quedó en firme una sentencia de seis años de cárcel.
Su esposa contó que las condiciones de la prisión de alto rigor son precarias. "Mala alimentación, malos tratos. Las comidas son en ocasiones ácidas, de proteínas solo huevo o pasta de picadillo. En las comidas han encontrado cucarachas y cabos de cigarros".
Además, la mujer denunció falta de atención médica para su esposo en el penal.
"Hace un mes tuvo dolor de muelas y se la sacó otro recluso que había sido dentista fuera de prisión. En estos momentos se encuentra con mucho catarro y dolor de muelas y no tiene atención médica ni medicamentos que tomar hasta la próxima visita nuestra", denunció.
También los daños a la familia son irreversibles. Su esposa está bajo tratamiento psiquiátrico por trastorno de ansiedad y pánico postraumático; su hija de cinco años, bajo atención psicológica; y el menor, de tres años, presenta psoriasis dermatológica por estrés.