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Oscar Casanella sobre el exilio: “Nos ha tocado vivir una gran tragedia”

El científico y opositor cubano recordó en redes que cumple un año de arribar con su familia a la frontera sur de EE.UU.

Actualizado: Mon, 01/16/2023 - 12:39

El científico y activista cubano Oscar Casanella, exiliado en Estados Unidos, recordó en su perfil de Facebook el aniversario de su primer año como refugiado en esa nación y aseguró que a los cubanos les “ha tocado vivir una gran tragedia”.

“Hace un año que entré en los Estados Unidos de América (EUA) junto a mi esposa, quien tenía 7 meses de embarazo, y mi hijo Pablo de 4 años de edad. Toda la travesía fue difícil e incómoda, estuve un mes y medio durmiendo como promedio 3 horas y sin ninguna calidad de sueño”, escribió.

Casanella detalló que lo peor del viaje fue en Nicaragua, cuando las autoridades del régimen de Daniel Ortega le negaron dos veces la entrada. En México tampoco fue fácil y llegó al Paso, en Texas, con llagas y hongos en los pies.

“Aquel 16 de enero de 2022 corrí cargando en mi brazo izquierdo a mi hijo y en el otro una carpeta con documentos y al llegar hasta la patrulla de la frontera de EUA mi esposa y yo lloramos y nos abrazamos al sentirnos a salvo”, recordó.

El científico explicó que él nunca quiso emigrar y que su plan de vida era cambiar a Cuba desde adentro para que sus hijos vivieran en un país democrático “que se esforzara en respetar todos los derechos humanos”, en“un país próspero donde los cubanos disfrutemos vivir”.

“Soñaba y aún sueño con una Cuba muy atractiva luego de la caída de la dictadura, tan atractiva que mis amigos que habían emigrado regresarían para invertir, vivir y trabajar”, expresó.

Casanella precisó que dio el paso tras “vivir una muerte en vida”, pues su último año en la isla estuvo prácticamente en prisión domiciliar e incomunicado, ya que la policía política le cortaba el acceso a Internet y demás servicios telefónicos.

El profesor contó que él no “vivía mal” en la isla en cuanto al factor económico, pero que “tenía miedo que mi hijo sufriera abusos y discriminación” por ser hijo de un disidente político.

“La policía política con sus métodos represivos mutilaron cada una de estas proyecciones de mi vida profesional y económica. Mi expulsión de la vida científica me dolió mucho más que los golpes físicos que recibí por parte de los represores violentos de la dictadura. Esas “heridas psicológicas” no han sanado, las físicas sí”, aseguró.

“Como terapia me aconsejan recordar la represión y las amenazas de cárcel que recibí. Ahora mismo siento que no encajo en ningún lugar. Por el momento, sigo esperando a que me llegue la licencia de conducción, el permiso de trabajo y sueño con volver a la ciencia”, continuó.

Finalmente, Casanella reconoció que a las familias cubanas “les ha tocado vivir una gran tragedia y sé que la mía no se compara con la de miles de presos políticos que han sufrido las máquinas trituradoras, que son las cárceles de la dictadura”.