La dura confesión del cubano Randy Arozarena: “Mi padre falleció en la grada del estadio”

El estelar jardinero cubano de los Rays de Tampa en la Major League Baseball (MLB), Randy Arozarena, hizo una dura confesión a la cadena Fox Sports al revelar que su padre murió en las gradas de un estadio en Cuba.

“Mi papá me fue a ver a un juego de pelota, el juego era a las 7 de la noche, mi papá se fue a las 5 pal’ campo, a ver el entrenamiento y ver el juego, y cuando mi papá llega al campo y yo iba al campo para jugar esa noche, mi papá fallece ahí en la grada”, contó el pelotero de Pinar del Río.

Arozarena aseguró que eso lo marcó para siempre ya que, con 18 años, él, que era el hermano mayor, se echó la responsabilidad de la casa encima, porque como pelotero hasta cobraba más que su mamá. El cubano confesó que ese fue el momento más duro de su vida.

“No tenía papá, yo con 18 años cobraba más que mi mamá y tenía que buscar algo para ayudar a mi familia (…) Al no tener a mi papá y decepcionado de la pelota yo digo ‘no tengo para hacer algo aquí, tengo que escaparme para ayudar a mi mamá' y lo hablé con ella y di el paso y ya estoy aquí”, agregó el pelotero de los Rays.

El patrullero de México en el V Clásico Mundial relató a Fox cómo escapó en una lancha de Cuba con ocho personas y llegó de manera ilegal a Isla Mujeres, en tierras aztecas, donde se mantuvo escondido de la policía para que no lo enviaran de regreso a Cuba.

“Eso es lo de menos, porque te juegas la vida en el mar, sin saber si llegarás a la otra orilla, eso es lo más difícil (…) Ahora lo trataría de hacer de otra manera porque es muy difícil cuando eres consciente que te tienes que jugar la vida”, reconoció.

En abril de 2022 el estelar jardinero cubano de Tampa recibió la ciudadanía mexicana y tuvo vía libre para cumplir su deseo de jugar por México en el Clásico Mundial de Béisbol, que se desarrolló este año en ciudades de Asia y Estados Unidos.

El jugador pinareño salió de Cuba en un bote en 2015 rumbo a Yucatán y se radicó en México hasta conseguir el sueño de jugar en las Grandes Ligas. La primera residencia de Randy fue en Mérida, ciudad donde vivió por más de un año y concibió a una hija.

De allí saltó a los Toros de Tijuana, un equipo que lo consolidó de cara a su firma con los Cardenales de San Luis. Desde entonces, el cubano siempre expresó su deseo de representar a México a nivel internacional, algo que cumplió con tremendo éxito en este V Clásico.