El destacado ex lanzador cubano de Grandes Ligas, José Ariel Contreras confesó a la web “Swing Completo” su situación en la isla antes de fugarse y pisar un terreno de MLB.
Según comentó el pelotero estuvo 12 series nacionales jugando en las series cubanas y nunca le “dieron” una casa en Pinar del Rio. El pinareño señaló que no obstante él veía “un chamaquito que llegaba al equipo, jugaba un año y al otro le daban un apartamento en El Calero. Y yo largando el brazo y nada”.
“Yo vivía con mis padres en ese entonces hasta que me prestaron un cuarto de un albergue en Sandino. Un albergue”, confesó el ganador de un anillo de Serie Mundial con el equipo de Chicago White Sox, en 2005.
“A veces me tocaban la puerta en la madrugada y era el médico que estaba de guardia e iba a dormir conmigo esa noche. Tenía que sacar a la niña mía del cuarto para que la persona pudiera dormir ahí”, narró a dicha web.
“Cuando mi papá se enfermó, yo estaba lanzando en Holguín, en el año 1999 (…) Salí para La Habana en un avión y al lado mío iba sentado un viceministro de la construcción. Me ofreció su ayuda, pero no me quería creer mi historia de que yo no tenía casa y que vivía en un albergue”, continuó.
“El viceministro me explicó sobre unas casas que estaban “entrando” de Venezuela. Me dijo que pidiera un terreno y junto con algunos amigos, abriera cuatro huecos, que a la semana me iban a llevar la casa en un contenedor. Iba a ser una casa de tres cuartos, con televisor, refrigerador, cama, juego de cuarto, con todo, porque venía así de Venezuela”, agregó.
“Cuando llegué a Sandino, rápido fui a ver a Toledo, el Secretario del Partido, para pedirle un terreno. Me lo dieron justo en la esquina del hospital de maternidad. Le abrí los cuatro huecos”, explicó Contreras.
Dijo que en cuanto regresó de la Olimpiada (de Sídney, 2000), fue a ver al viceministro para el tema de la casa. Contreras le pidió entonces un año sabático a Jorge Fuentes, manager de Pinar en ese entonces. Pero este para que siguiera jugando “le consiguió” una casa en la capital pinareña.
“Yo realmente no quería esa casa, prefería quedarme en Sandino con la otra que me iban a dar y que ya tenía resuelta. Pero, finalmente, me fui para Pinar del Río, no sin antes cuestionarme por qué había casas disponibles y nunca me habían dado ninguna a mí”, cuestionó el lanzador.
En cuanto vio la casa, Contreras comprendió que aquello era un timo total. Estaba desbaratada. No tenía tasa de baño, las losas las habían sacado. Sin embargo le pidieron 15 días para arreglar aquello y lo trasladaron para el Motel Deportivo, donde vivía otro gran lanzador pinareño, Pedro Luis Lazo.
Dice Contreras que pasaron 15 días y más de un año y nunca le resolvieron nada. Al cabo del tiempo, el estelar lanzador se cansó y se fugó hacia Estados Unidos, donde brilló en la MLB.
“La famosa casa en Pinar se la dieron a (Luis Giraldo) Casanova y también el carro (…) Yo fui a Cuba en el 2013 y fui a ver a Casanova. Todavía no le habían arreglado la casa. Y era Casanova. A mí no me la hubieran arreglado ni en el 2030”, concluyó Contreras.