El lanzador habanero René Arocha, primer desertor del béisbol cubano luego de 1959, destacó en redes sociales al camarero cubano Juan Padilla por encima de todos los jugadores con los que coincidió en las Grandes Ligas de Estados Unidos.
Arocha explicó en su perfil de Facebook que “sin importar lo que unos u otros opinen o crean. Yo jugué en Cuba y jugué en MLB. Es mi opinión y mi manera de ver el béisbol. No me importa que me digan lo que siempre escucho decir. Que si jugó o que si se probó en grandes ligas. Eso a mí no me dice nada, yo jugué las dos pelotas aquella y esta”.
“Aquí yo tenía en los Cardenales de San Luis, tres segundas bases, José Oquendo, Luis Alicea y Gerónimo Peña. Los tres juntos no hacían un Juan Padilla y no les menciono a Pacheco y así sucesivamente uno por uno. A mí no me hablen de esta pelota o de aquella, yo las vi todas. ¿Que si se probó o no? Yo no necesito eso para saber quién es y quién no es. Y esto es solo un ejemplo, puedo citar muchos más”, agregó a la polémica, el destacado serpentinero.
Algunos comentaristas, conocedores del tema, le dijeron que coincidían, porque en efecto “el que es bueno, es bueno, eso en cualquier lugar, marca la diferencia”. Otro señalaba que difería porque “hay que probarse, tener calidad para imponerse es una cosa, pero imponerse es otra, he visto peloteros llegar aquí (EE.UU) siendo primeras figuras en Cuba y no tener buen rendimiento y he visto peloteros no ser de la élite en Cuba y llegar aquí y destacarse”.
“Lo que a mí entender campeón, para triunfar en MLB hay que lucir acá (Cuba) un pelotero que no se destaque en la Serie Nacional no creo que pueda jugar allá, ejemplo de lo que le planteo es el caso Víctor Víctor, el muchacho sinceramente nunca brilló en Cuba como para que le dieran esa plata y jugar MLB, se está comprobando en estos momentos”, escribió el usuario Javier Lay al respecto.
El pasado diciembre de 2020, en entrevista a la revista Play Off Magazine, el nacido en Regla, contaba como en 1991, con 27 años de edad, dejaba el equipo Cuba en Estados Unidos para ser “libre”.
Después llegó a Grandes Ligas y señaló el camino a toda una generación de peloteros cubanos que igualmente desertaron o se fueron de la isla en busca de probarse en el mejor béisbol del mundo.
