La ciudad china de Wuhan, donde comenzó el brote del nuevo coronavirus que se convertiría en pandemia, celebró con un gran espectáculo de luces el final allí de la cuarentena.
Miles de chinos festejaron el término de más de los 76 días de confinamiento en la ciudad de unos 11 millones de habitantes, epicentro de la pandemia de la COVID-19 que habría comenzado en uno se sus mercados de animales exóticos, y cuya existencia fue escondida en un inicio por el régimen de Xi Jinping.
La madrugada de este miércoles 8 de abril, cuando cesó la cuarentena decretada por el régimen chino, desde el 23 de enero, a los 11 millones de habitantes de la capital de la provincia de Hubei, miles de personas reanudaron sus actividades habituales.
“Así es como la ciudad dio la bienvenida al nuevo amanecer, iluminando los edificios en el color de la bandera nacional”, tuiteó la joven china Yan Ren, al compartir imágenes del espectáculo.
Las estaciones de autobuses y trenes se volvieron a llenar de miles de pasajeros, aunque algunos de ellos no renunciaron a llevar atuendos de protección integral.
Según National Geographic, las autoridades de la ciudad estimaron que unas 55 mil personas abandonarían Wuhan este 8 de abril, en tren.
“Me he levantado a las cuatro hoy. ¡Me siento tan bien!”, dijo una feliz Hao Mei, de 39 años y oriunda de Enshi, ciudad a 450 kilómetros al oeste de Wuhan.
Ella estaba tomando un tren para regresar a reunirse con sus dos hijos, a los que tuvo que dejar solos durante más de dos meses, ya que quedó atrapada a fines de enero en Wuhan cuando el gobierno cerró “a cal y canto” los accesos.
La agencia estatal Xinhua informaba de columnas de autobuses saliendo de la ciudad una vez retiradas las barreras que bloqueaban las carreteras y los vuelos también se reanudaron en el aeropuerto internacional de Wuhan.
Sin embargo, los pasajeros deben someterse a controles de temperatura y mostrar en su teléfono móvil un código “QR verde”, que es este es entregado por las autoridades y permite demostrar que no se está contaminado por la COVID-19, ni se reside en un barrio considerado aún de alto riesgo.
“Wuhan ha perdido mucho en esta epidemia y la gente de Wuhan ha pagado un precio muy alto”, dijo a AFP un joven de 21 años de nombre Yao, que estaba regresando a trabajar a un restaurante a Shangái.
Aunque se levantó el bloqueo general, la normalidad tardará un poco más en instalarse en la ciudad china. Se ha informado que se mantendrán diversas restricciones para evitar una segunda oleada epidémica.
Entre las medidas que continúan en pie, están el cierre de las escuelas, y se promueve el aislamiento social instando a los habitantes a no dejar la ciudad, y ni siquiera sus domicilios.
Los habitantes de Wuhan generan temor en otras regiones del país, por lo que quienes de todas maneras quieran abandonar la urbe deberán someterse en varios casos a una cuarentena de 14 días en su ciudad de destino. Esto para descartar que el viajero sea portador asintomático del nuevo coronavirus, que en un principio tomó el nombre de esa ciudad y al día de hoy ha conquistado el mundo ocasionando una crisis de consecuencias todavía imprevisibles del todo.
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