Una plaga bíblica puede ser más mortal que el coronavirus en África

La plaga de langostas que se registra en el este de África desde el pasado año sigue creciendo y ya es la peor que sufre Kenia en 70 años, y Etiopía y Somalia en un cuarto de siglo.
Plaga de langostas
 

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La plaga de langostas que se registra en el este de África desde el pasado año sigue creciendo y ya es la peor que sufre Kenia en 70 años, y Etiopía y Somalia en un cuarto de siglo, ha advertido el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas.

La plaga se ha extendido en los últimos meses a otros países de la región como Eritrea, Sudán del Sur, Tanzania o Uganda, y aumenta los riesgos en una zona donde ya hay unos 13 millones de personas en inseguridad alimentaria.

Las langostas ponen en peligro las principales cosechas anuales de mayo y junio en algunos de esos países, afectado actualmente por la pandemia mundial de coronavirus

En países como Sudán del Sur, asolado también por la guerra civil, el PMA ha lanzado programas de prevención y ayuda a 5 millones de personas afectadas por la plaga, pero sus necesidades financieras para estos planes necesitan 208 millones de dólares adicionales a la cantidad de la que ahora se dispone, señaló.

Un enjambre de langostas del desierto puede albergar hasta 150 millones de estos insectos por kilómetro cuadrado, suficientes para consumir cosechas que den alimento a unas 35 000 personas.

La plaga puede moverse con gran rapidez, recorriendo hasta 150 kilómetros en un día, lo que dificulta las medidas de control, según el PMA.

En febrero de este año, cuando la pandemia de COVID-19 todavía no se había convertido en una amenaza concreta para África, la ONU urgió a aportar de manera urgente fondos para frenar la actual plaga de langostas que afecta a la parte oriental del continente.

"A menos que haya una rápida respuesta, vamos a tener un problema enorme este año", dijo el jefe humanitario de Naciones Unidas, Mark Lowcock, en una conferencia de prensa.

Lowcock, junto a expertos de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se reunió este lunes con representantes gubernamentales en Nueva York para tratar de convencerles de la urgencia de donar fondos para combatir esta plaga.

La ONU solicitó a principios de año 76 millones de dólares, de los que por ahora únicamente ha logrado algo más de 20 millones, más de la mitad de aportaciones de la propia organización.

 

"El momento de actuar es ahora", insistió Dominique Burgeon, el director de Emergencias de la FAO, que avisó de que las necesidades humanitarias serán "enormes" si no se frena esta plaga muy pronto.

La ONU recordó que en Etiopía, Kenia y Somalia, los países más afectados, viven 13 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria y, de ellas, 10 millones residen en áreas golpeadas directamente por la plaga, que amenaza con arruinar las cosechas.

Keith Cressman, un experto de la FAO en las plagas de langostas, explicó que las langostas se mueven en inmensos enjambres, formados por cientos de millones de insectos, y que si no se actúa ahora podrían extenderse a otras zonas, incluido el norte de África y el suroeste de Asia.

"Piensen en un enjambre que cubra todo Manhattan, de sur a norte. Esto es solo un enjambre mediano, no uno muy grande", apuntó Cressman para ilustrar en Nueva York el tamaño de la amenaza.

Según el experto, en un solo día, un enjambre de ese tipo puede consumir tanta comida como toda la población de Kenia, un país de más de 53 millones de habitantes.

(Con reportes de EFE)