La propagación del coronavirus se acelera en África y ya afecta a 50 de los 54 países del continente con más de 7.000 casos y más de 280 muertes, después de que Malaui anunciara sus primeros tres contagios a última hora del jueves.
En un mensaje dirigido a la nación, el presidente de Malaui, Peter Mutharika, informó de que una compatriota que viajó a la India, un familiar de esta mujer y su empleado del hogar habían contraído el COVID-19.
Mutharika urgió al país a "permanecer en calma" para combatir esta enfermedad que provoca fiebre alta, tos y complicaciones respiratorias y que está causando estragos en el mundo.
Con Malaui son ya 50 los países africanos infectados por una pandemia que está desafiando sus débiles sistemas de salud. De momento, continúan sin anunciar contagios de coronavirus Comoras, Lesoto, Santo Tomé y Príncipe y Sudán del Sur.
Desde el pasado 14 de febrero, cuando se confirmó el primer caso en el continente (un ciudadano chino en Egipto), África ha registrado 7.033 contagios y 287 fallecimientos, según el último recuento de EFE a las 08:20 GMT a partir de los comunicados de los gobiernos y los datos de la Universidad Johns Hopkins (EE. UU.).
"El número de casos está aumentando exponencialmente en la región africana", afirmó este jueves la directora regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para África, la doctora botsuana Matshidiso Moeti, en una rueda de prensa virtual.
"Pasaron 16 días desde el primer caso confirmado en la región hasta alcanzar los cien casos. Pasaron diez más para alcanzar el primer millar. Tres días después, había 2.000 casos, y dos días más tarde teníamos 3.000", subrayó Moeti al explicar de esa manera tan gráfica la rápida expansión del virus en las últimas semanas.
El director de los Centros para el Control y Prevención de África (CDC África, entidad de la Unión Africana), el doctor camerunés John Nkengasong, admitió este jueves en una rueda de prensa virtual que "es difícil hacer proyecciones" sobre la evolución de la enfermedad en el continente.
Sin embargo, Nkengasong dejó entrever la posibilidad de que algunos países "superen los 10.000 casos" a finales de abril.
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Para contener la COVID-19, muchos países de África están aplicando estrictas medidas que restringen las reuniones y el movimiento de personas, como el confinamiento de la población, que es total en países como Sudáfrica y Ruanda o parcial en naciones como Kenia, donde rige un toque de queda desde las 19:00 hora local (16:00 GMT) hasta las 05:00 hora local (02:00 GMT).
Dado que muchas personas en África viven en condiciones de hacinamiento o trabajan en el sector informal y necesitan ganar dinero cada día para sobrevivir, la OMS considera "importante que los países tomen disposiciones para garantizar que las personas puedan acceder a los servicios esenciales".
Líderes del continente como el jefe de Estado de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, presidente de turno de la Unión Africana, han pedido a la comunidad internacional solidaridad y medidas de apoyo financiero para África, que necesita ―según sus ministros de Finanzas― 100.000 millones de dólares para librar la batalla contra el coronavirus.
En el mundo, la COVID-19 ha provocado ya más de un millón de casos y más de 53.000 fallecimientos, de acuerdo con las últimas cifras recopiladas por la Universidad Johns Hopkins.