El presidente de EEUU, Donald Trump, ordenó este miércoles aumentar las sanciones a Irán y prometió que no "dudará" en actuar contra ese país, después de que el Gobierno iraní advirtiera de una respuesta "aplastante" a cualquier agresión de Washington por los recientes ataques a la petrolera saudí Aramco.
"Acabo de instruir al secretario de Tesoro de que incremente sustancialmente las sanciones" contra Irán, afirmó el mandatario en Twitter.
En declaraciones a periodistas unas horas después desde Los Ángeles (California), Trump precisó que su Gobierno anunciaría esas sanciones "significativas" a lo largo de las próximas "48 horas".
"Si tenemos que hacer algo (contra Irán), lo haremos sin dudar", subrayó Trump, flanqueado por su recién nombrado asesor de seguridad nacional, Robert O'Brien.
"Hay muchas opciones. Está la opción definitiva", que sería "la guerra" con Irán, pero también hay "otras opciones", agregó.
El presidente ya había impuesto una amplia gama de sanciones económicas a Irán después de retirar a Estados Unidos el año pasado del acuerdo nuclear que Teherán firmó con otras potencias mundiales en 2015.
A pesar de incrementar la presión, Trump ha asegurado que prefiere no ir a la guerra con Irán, un conflicto que quiere evitar a toda costa, aunque ha advertido de que EEUU está "mejor preparado".
En las últimas semanas, desde la Casa Blanca se había sugerido que podría darse una reunión entre Trump y el presidente iraní, Hasán, Rohaní a finales de este mes, durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Sin embargo, Trump dijo este martes que prefiere no reunirse con Rohaní, tras los ataques del pasado sábado contra varias refinerías de petróleo de Arabia Saudí, de los que Irán es sospechoso.
"Nunca descarté nada, pero prefiero no reunirme con él", señaló Trump a los periodistas en el avión presidencial Air Force 1 durante un viaje a California.
Además, la Agencia de Noticias oficial de la República Islámica informó que un equipo iraní de seguridad no ha podido viajar a Nueva York para prepararse para la Asamblea General de la ONU porque Estados Unidos no había otorgado visas a sus miembros.
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Como resultado, la agencia apuntó que Rohaní y su delegación podrían no asistir a la reunión de líderes mundiales, que se desarrolla desde el próximo martes hasta el lunes siguiente.
Preguntado hoy al respecto, Trump respondió que si dependiese de él, "dejaría que viniera" el equipo iraní.
El anuncio de más sanciones llegó poco después de que el Ejecutivo iraní advirtiera este miércoles a Estados Unidos de que dará una respuesta "aplastante e inmediata" a cualquier eventual agresión de represalia por los recientes ataques con drones contra la petrolera saudí Aramco.
Una carta entregada en la embajada de Suiza en Teherán, encargada de los intereses estadounidenses en el país persa al no existir relaciones diplomáticas con EEUU, precisó que el alcance de la respuesta "no se limitará al origen de la amenaza".
La reacción de Irán será "aplastante y completa", según apuntó el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Ali Shamjaní, quien aseguró asimismo de que Irán está "preparado para sorprender a los agresores".
La amenaza de Teherán coincide con la visita del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, a Arabia Saudí para coordinar una respuesta a los citados ataques, de los que Washington responsabilizó a Teherán, que negó por su parte la autoría de los mismos.
De hecho, las autoridades de Arabia Saudí aseguraron hoy que el ataque a la petrolera saudí Aramco fue "incuestionablemente patrocinado" por Irán.
El portavoz de la coalición militar liderada por Arabia Saudí, Turki al Malki, aseguró que los ataques del pasado sábado contra las instalaciones petrolíferas de Aramco fueron efectuados con 18 drones y 7 misiles de crucero iraníes.
Trump evitó hoy apoyar claramente ese análisis saudí y se mantuvo en la posición que mantiene desde el lunes de que "parece" que fue Irán el responsable, al asegurar que de momento no tiene más detalles.
El mandatario habló con la prensa mientras Pompeo se reunía en la ciudad de Yeda con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, para "coordinar esfuerzos" contra Irán, según el Departamento de Estado.