A su segundo intento y por dos votos, Pedro Sánchez se convierte en presidente de España

Tras 8 meses de gobierno en funciones, el líder socialista obtuvo la confianza del Congreso de los Diputados con 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones
Pedro Sánchez
 

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El socialista Pedro Sánchez prometió hoy el cargo de presidente del Gobierno español, para el que fue elegido ayer por el Congreso por el margen más estrecho de la historia reciente del país: dos votos

En una breve ceremonia, Sánchez prometió ante la Constitución, sin símbolos religiosos y ante el rey Felipe VI, las presidentas de las dos Cámaras legislativas y la ministra de Justicia y se trata de la segunda vez que asume este puesto.

El rey bromeó con Sánchez tras el acto y comentó que "ha sido rápido, simple y sin dolor", a lo que añadió que "el dolor viene después", provocando las risas del presidente, quien reconoció ante el monarca que "les hemos dado muchas preocupaciones".

Sánchez, que llevaba algo más de ocho meses ejerciendo la presidencia del Gobierno español en funciones desde las elecciones de abril pasado y las posteriores de noviembre, fue elegido, tras una primera votación fallida el pasado domingo en la que necesitaba mayoría absoluta, en la segunda oportunidad, el martes, en la que le bastaba con una mayoría simple.

El líder socialista obtuvo finalmente la confianza del Congreso de los Diputados con 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, procedentes de dos formaciones independentistas, la catalana ERC y la vasca EH-Bildu.

Con esta ceremonia arranca en España la decimocuarta legislatura desde el establecimiento de la democracia en 1978, y la primera de la historia democrática que se compone de una coalición de gobierno, formada por el Partido Socialista (PSOE) y la formación izquierdista Unidas Podemos (UP).

Sánchez anunció después del pleno de la votación que el nombramiento de los miembros de su Gabinete se realizará la próxima semana.

La segunda votación de investidura estuvo precedida de un tenso debate en el que Sánchez justificó su coalición con Unidas Podemos y su pacto con el independentismo como el único posible. "O coalición progresista o más bloqueo para España", justificó. Obvió así que el líder del PP, Pablo Casado, le ofreció repetidamente su apoyo externo para un gobierno en solitario. Y de nuevo recurrió al argumento de que el PSOE ha sido el partido más votado en las últimas citas electorales para buscar la confrontación con la derecha como ya hiciera el pasado sábado.

Desde la tribuna de oradores, Casado dibujó a Sánchez como el "hombre de paja del nacionalismo" y le acusó ade desertar de sus obligaciones constitucionales. "Forzó una repetición electoral con el solemne compromiso de no depender de la ultraizquierda, los separatistas y los batasunos y los trae hoy de socios sin dar una sola explicación por su engaño masivo a los votantes españoles", aseguró. "Mintió sabiendo que si decía la verdad perdería las elecciones. Ése es el estigma con el que nace el Gobierno contra España, el más radical de nuestra historia", remachó.

En la misma línea, el líder del partido Vox, Santiago Abascal, dijo ver nacer a un nuevo Ejecutivo arrodillado ante el independentismo, lo tildó de "ilegítimo" y enclavó su origen "en la mentira y la traición". El presidente de la tercera fuerza política abandonó el hemiciclo seguido por su bancada cuando el diputado de EH Bildu tomó la palabra.

Los analistas auguran una legislatura crispada y más polarizada que nunca.

(Con información de EFE)

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