Pese a pedir perdón, el presidente de Chile no logra contener las protestas en el país

A Piñera no le valió pedir perdón por no atender los problemas ciudadanos, ni anunciar mejoras en las pensiones, los salarios y el precio de los medicamentos para convencer a estas alturas a una población cansada de promesas
Unas 100 mil personas se congregaron en Santiago de Chile
 

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Cientos de miles de personas se volcaron este miércoles a las calles de Chile para demostrar su rechazo al presidente, Sebastián Piñera, y dejar en claro que las reformas sociales que anunció en la víspera para apagar la crisis solo la han avivado.

Si el objetivo de las protestas, que cumplen este miércoles seis jornadas y dejan ya al menos 18 fallecidos, era mostrar el enojo por las desigualdades sociales, ahora apunta cada vez más directamente contra el mandatario chileno, según un análisis de la agencia Efe.

A Piñera no le valió pedir perdón por no atender los problemas ciudadanos, ni anunciar mejoras en las pensiones, los salarios y el precio de los medicamentos para convencer a estas alturas a una población cansada de promesas y huérfana de resultados, añadió el análisis.

Un hartazgo que se ha expresado con fuerza en la primera jornada de huelga general convocada para este miércoles y que ha sido secundada de forma masiva desde que se levantaron los numerosos toques de queda que rigieron en la pasada noche, como en otras anteriores, en ciudades, provincias y regiones enteras desde la frontera con Perú hasta el Cabo de Hornos.

 

 

La iniciativa ha logrado reunir este miércoles a alrededor de 100.000 personas de toda clase y condición en la céntrica Plaza Italia de Santiago, y a decenas de miles en ciudades como Valparaíso, Concepción, La Serena o Curicó, que sale a pedir cambios más profundos que los anunciados por Piñera.

Una muestra del rechazo generalizado hacia Piñera y su gabinete ha sido la unión de barras bravas de los tres principales equipos de fútbol del país (Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica), históricamente enfrentadas entre sí.

En tanto, el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, instó este martes al Gobierno de Chile a que respete los derechos humanos a la hora de contener las protestas.

"Son profundamente preocupantes las imágenes de casos de brutalidad policial en Chile", aseguró Vivanco en un comunicado.

"El presidente (Sebastián) Piñera -añadió- debería transmitir claramente a las fuerzas de seguridad chilenas que deben respetar los derechos humanos y asegurarse de que los agentes implicados en abusos sean investigados en forma oportuna e imparcial".

Vivanco, asimismo, también alentó a los fiscales chilenos "a realizar investigaciones oportunas, exhaustivas e imparciales por los graves delitos cometidos por manifestantes en los últimos días".

 

 

Las protestas en Chile estallaron por el alza del precio del Metro de Santiago, pero se convirtieron rápidamente en movilizaciones a nivel nacional contra la desigualdad social.

El INDH, además, dijo haber constatado relatos de torturas y abusos por parte de agentes de fuerzas del Estado durante las protestas registradas durante los últimos cinco días.

Piñera anunció este martes una agenda social para reformar el sistema de pensiones, la salud y los medicamentos, los ingresos mínimos y las tarifas eléctricas, entre otras medidas, tras pedir perdón a los ciudadanos por no haber visto sus necesidades.

El mandatario presentó estas medidas en una cadena nacional en las horas finales del quinto día de masivas protestas de la ciudadanía en demanda de un país más equitativo, y mientras gran parte del país se encuentra en estado de emergencia y bajo toque de queda con el Ejército a cargo de la seguridad.

Por otro lado, el presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, dijo este miércoles que las Fuerzas Armadas de su país están preparadas por si se producen protestas similares a las de Chile.

"Nos hemos preparado. Hablé con el ministro de Defensa (Fernando Azevedo e Silva) sobre la posibilidad de tener movimientos como tuvimos en el pasado, parecido con lo que está ocurriendo en Chile, y lógicamente, él pasa esa conversación a sus comandantes", afirmó el mandatario a periodistas brasileños en Tokio.

(Con información de Efe)

 

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