El Parlamento Europeo se reunió en Estrasburgo este jueves para abordar la adopción urgente de sanciones individuales contra el régimen de Miguel Díaz-Canel, acusado de violar los derechos humanos en Cuba.
Los eurodiputados condenan al régimen de “extrema violencia y represión” contra manifestantes, periodistas independientes, defensores de derechos humanos, artistas y otros luego del estallido social en Cuba el 11 de julio, donde el pueblo cubano salió a las calles para exigir su libertad y el fin del comunismo.
Además, piden al Consejo de la Unión Europea que “adopte sanciones contra los responsables de violaciones de derechos humanos en Cuba lo antes posible”.
La vicepresidenta del Parlamento Europeo, Dita Charanzová, lamentó las acciones tomadas por el régimen y planteó que “Europa tendría que estar apoyando a los cubanos”.
Charanzová pidió “sancionar a los responsables de violaciones de derechos humanos aplicando la Ley Magnitsky” y “suspender el acuerdo entre la Unión Europea y Cuba”.
“Tiene que haber consecuencias”, advirtió.
Por su parte, el eurodiputado Leopoldo López Gil, del partido Popular Europeo, pidió que la comunidad europea active el artículo 85 del Acuerdo, con el fin de convocar al consejo conjunto “puesto que nos enfrentamos a una situación de urgencia”.
“He solicitado al Parlamento Europeo que se convoque al Consejo de la Unión Europea ante la grave y sistemática situación de represión, encarcelamientos y violación de derechos humanos que se vive en Cuba para la revisión del Acuerdo de Diálogo”, escribió López Gil en su cuenta de Twitter.
El diputado Hermann Tertsch, en representación del grupo Conservadores y Reformistas Europeos, insistió en suspender el Acuerdo, ya que “solo ha traído mayores privilegios y más dinero para la mafia que gobierna Cuba”.
Intervención socialista
Una de las intervenciones que más llamó la atención fue del socialista Nacho Sánchez Amor quien, a diferencia de su partido, criticó al régimen cubano y pidió la utilización del Acuerdo de Diálogo Político para abordar los problemas.
“Un sistema de partido único en el siglo XXI es una anomalía histórica, es un sistema no democrático. Ser contrarrevolucionario es un derecho y, por tanto, hay derecho a pensar, a opinar y a expresarse pacíficamente”, indicó el eurodiputado del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Sánchez Amor también cuestionó la orden de Díaz-Canel de enviar ciudadanos a las calles para confrontar a otros, porque “es una tremenda irresponsabilidad”.