España ha respondido a las expulsiones de miembros de su delegación diplomática en La Paz al darles 72 horas a funcionarios de la embajada de Bolivia en Madrid para que abandonen el país, informó este lunes el diario El Mundo.
La respuesta es una medida de reciprocidad habitual en este tipo de casos, añadió el periódico, que retomó información de la agencia Europa Press.
Presidencia del Gobierno ha explicado que los diplomáticos bolivianos afincados en Madrid tienen 72 horas para salir de España. Se trata del encargado de Negocios, Luis Quispe, el agregado militar Marcelo Vargas y el agregado policial Orso Fernando Oblitas.
España exige el Gobierno interino de Bolivia "reconduzca y desescale los contenidos de sus afirmaciones y se recupere cuanto antes el buen sentido de confianza y cooperación" entre ambos países, refirió El Mundo.
Paralelamente, "rechaza tajantemente cualquier insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos" de Bolivia y aclara que "cualquier afirmación en este sentido" constituye "una calumnia dirigida a dañar" las relaciones bilaterales entre ambos países "con falsas teorías conspiratorias".
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"La relación entre nuestros dos países se basa en el mutuo respeto a nuestras instituciones democráticas y esta será siempre la referencia en nuestras actuaciones", añade el Ejecutivo en funciones.
El Gobierno provisional de Bolivia ordenó la mañana de este lunes la expulsión de los diplomáticos españoles involucrados en el incidente de la embajada de México y les ha otorgado un plazo de 72 horas para que abandonen el país.
"Bolivia no es colonia de nadie", subrayó Jeanine Áñez, presidenta provisional del país andino desde octubre, cuando sustituyó a Evo Morales tras conocerse un informe de la OEA sobre serios cuestionamientos a los resultados de las elecciones de octubre.
Áñez ha acusado a los gobiernos de México y de España de "encubrir y proteger a criminales que han cometido delitos de terrorismo y sedición", en referencia a los 10 dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS) que se encuentran refugiados en la residencia de la embajadora mexicana, María Teresa Mercado, quien también fue expulsada de Bolivia.
"Ningún país del mundo podría tolerar lo que pasó" con los "encapuchados", añadió la canciller, Karen Longaric.
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Cuatro agentes españoles del Grupo Especial de Operaciones (GEO) protagonizaron un confuso incidente cuando acudían el viernes a recoger a dos diplomáticos españoles que habían acudido a realizar una "visita de cortesía" a la embajadora mexicana, según el comunicado oficial de Exteriores.
Bolivia se quejó de que ese personal de seguridad iba encapuchado y presuntamente armado. La canciller ha acusado a España de desconocer los hechos ocurridos y desacreditar a los funcionarios locales.
Los diplomáticos españoles declarados non gratos por Áñez son Cristina Borreguero, encargada de Negocios, y el cónsul Álvaro Fernández.
Ante la ausencia del embajador, Emilio Pérez Agreda, oficialmente de vacaciones en España, Borreguero ejerce como número uno en la legación diplomática española en La Paz.
(Con información de Efe)