Los primeros migrantes que llevaban meses varados en Matamoros, en la frontera norte de México, cruzaron este 25 de febrero a territorio estadounidense para que una corte revisara su solicitud de asilo tras la cancelación del programa impulsado por el presidente Donald Trump que les obligaba a permanecer en territorio mexicano.
Un grupo de 27 personas que formaba parte del Protocolo de Protección a Migrantes, MPP, cruzó a Estados Unidos por el Puente Nuevo, que une Matamoros con Brownsville, Texas, con la alegría de continuar con el “sueño americano”, pero con una incertidumbre sobre cómo será su proceso de asilo en ese país y el temor de ser deportados si no son aprobados.
La mayoría son de Cuba y Centroamérica. Antes de cruzar, se les practicaron pruebas de antígenos para detectar la Covid-19.
Mayra Liliana Botello Garza, titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas (CODHET) en la localidad, dio a conocer que no se vulneraron los derechos de los migrantes, es por eso que estuvieron tomando parte de las acciones para constatar que fueran tratados bien durante su cruce, serán de 25 cada dos horas que cursarán el día 26 de febrero hasta llegar a los 100 por día.
Todo estuvo tranquilo, cruzaron un grupo de 27 personas. Agencias como la Organización Internacional para Migrantes y la CNDH observaron que las autoridades no vulneraran los derechos de los migrantes.
“Ayer, las agencias de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Unicef, junto con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), comenzaron el registro de los migrantes que se refugian en un campamento improvisado desde hace dos años al margen del Río Bravo”, indicó el diario La Prensa de México.
Se estima que en este campamento hay unas 750 personas con sus procesos de asilo activos en Estados Unidos, precisó el diario.
Los extranjeros, en su mayoría cubanos y centroamericanos, se vieron obligados a crear un asentamiento informal en Matamoros y otras localidades a lo largo de la frontera mexicano-estadounidense.
Biden revocó la víspera la mayoría de las restricciones migratorias que el expresidente Donald Trump impuso el año pasado en respuesta a la pandemia de Covid-19 por considerarlos un “riesgo para el mercado laboral”.
La decisión de Trump, contenida en la Proclamación 10014, fue extendida en junio de 2020 y posteriormente el 31 de diciembre pasado, y ordenaba suspender “la entrada de inmigrantes y no inmigrantes que presentan un riesgo para el mercado laboral en EE.UU. durante la recuperación económica después del brote de coronavirus”.
Biden, que asumió el poder el pasado 20 de enero, ha intentado en sus primeras semanas en el cargo echar atrás un entramado de normas adoptadas por su antecesor para reducir la migración hacia Estados Unidos, especialmente mediante beneficios como el asilo.
Redactado con información de ADN Cuba y Radio Martí.