Unos 15 aviones de combate chinos violaron el espacio aéreo taiwanés el domingo, una provocación que se suma a otro sobrevuelo similar el sábado que reportaron medios de prensa internacionales.
Reuters, que citó al Ministerio de Defensa de Taiwán, informó que los aviones incluían seis cazas J-10 de fabricación china y dos Su-30 de origen ruso, entre otros. Un día antes, Beijing envió ocho bombarderos y cuatro cazas a la isla ubicada en el Mar de China Meridional, que sigue considerando como una provincia rebelde.
Algunos observadores consideraron la demostración de fuerza como un paso notable por parte de Beijing durante la primera semana del mandato del presidente Biden. Nikkei Asia informó que no es raro que China envíe aviones a la región, pero es raro que el país envíe más de 10 a la vez y durante dos días consecutivos.
Ned Price, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, dijo que Washington “observa con preocupación el patrón de intentos en curso de la República Popular China (República Popular China) de intimidar a sus vecinos, incluido Taiwán”.
“Instamos a Beijing a que cese su presión militar, diplomática y económica contra Taiwán y, en cambio, entable un diálogo significativo con los representantes elegidos democráticamente de Taiwán”, dijo en el comunicado.
El informe de Reuters asegura que la fuerza aérea de Taiwán respondió a la incursión.
Mientras tanto, Estados unidos tiene en la zona al grupo de batalla del portaviones USS Theodore Roosevelt desde el domingo. La administración Biden ha dicho que su compromiso con Taiwán es “sólido como una roca”, según el informe de Reuters.
Antony Blinken, nuevo secretario de Estado, se comprometió a reparar el daño causado al a la imagen de Estados Unidos en el exterior durante los últimos cuatro años, mientras propone un enfoque más duro hacia China.
Hsiao Bi-him, el embajador de facto de Taiwán en Estados Unidos, también fue invitado a la inauguración de Biden, que según informó la BBC es una señal del compromiso del nuevo gobierno.
China impuso sanciones el miércoles a más de dos docenas de exfuncionarios de la administración Trump, incluido el secretario de Estado saliente Mike Pompeo, justo cuando Biden asumió el cargo.
El senador Tom Cotton, republicano por Arkansas, argumentó el domingo que las sanciones contra ex funcionarios de la administración Trump son una “peligrosa” e “insidiosa escalada del esfuerzo de China para influir en la política estadounidense”.