La tendencia de fallecimientos a causa del coronavirus en los últimos días en Italia aumentó este martes, al morir 743 personas en 24 horas para un total de 6820 decesos a causa de la pandemia.
Las autoridades del país europeo habían experimentado una ligera esperanza de mejoría luego de que las cifras de domingo y lunes fuesen menores a las del sábado, cuando fallecieron 793 personas a causa de complicaciones asociadas a la COVID-19.
Sin embargo, un informe de Protección Civil señala un alza del 8% en los casos diagnosticados, una de las más bajas desde que la pandemia llegó a Italia, mientras que en las últimas 24 horas se confirmaron unos 3612 contagiados, con tendencia al descenso.
En total, suman más de 69 mil los casos del COVID-19 en el país, con la región norteña de Lombardía como la más afectada con 30 mil 703 contagios y 4 mil 178 fallecidos. Le siguen Emilia Romaña (9 mil 254 contagios), Véneto (5 mil 948) y Piamonte (5 mil 515).
Para contener la pandemia, el gobierno italiano ha ido implementando medidas de aislamiento progresivas y el sábado interrumpió todas las actividades productivas, excepto algunas como la atención médica, la agroalimentaria y la energía, hasta el próximo 3 de abril.
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Los supermercados, farmacias, quioscos, así como los servicios bancarios, postales y las aseguradoras se mantendrán abiertos al público. La intención de esta medida es evitar la propagación del virus a causa del contagio, por lo que también han sido clausurados los lugares de ocio y prohibidas las reuniones sociales.
Están también exentos de la medidas aquellas necesidades de trabajo comprobadas, las urgencias y los desplazamientos por motivos de salud, según explica la orden dictada por los ministerios de Sanidad y del Interior de manera conjunta.
El presidente del Consejo Superior de Sanidad, Franco Locatelli, dijo que la prolongación o no de estas medidas será revisada unos días antes del 3 de abril, por lo que aún no está claro si el país permanecerá en este estado de emergencia.
El principal objetivo es evitar una expansión del coronavirus hacia el sur de Italia, así como reducir al mínimo posible las salidas de sus casas de los pobladores de las regiones más afectadas.
